domingo, 23 de octubre de 2011

Sirve para...

Sirve para... llevar unos años organizando la cola que se forma a la hora de matricularse en los cursos de danza a los que asisto, que como cumplen la triple b (bueno, bonito, barato) tienen una demanda del copón y si no se madruga (mucho-muchíííísimo), Dios no ayuda...

Sirve para... que la mayoría de mujeres (que sin número se transmutan en marabunta y aun con él... ejem, ejem) agradezca que alguien se tome la molestia de intentar que haya orden en la odisea (¡que lo es!) de salir sana y salva, además de con la matrícula formalizada. Incluso lo agradecen féminas que aparecen por primera vez e inicialmente consideran es innecesario el papelito cuando se lo entregas, ya que dan por hecho que con saber quien va delante es suficiente (¡ingenuas!... La novatada, que se paga, je), hasta que comprueban sobre la marcha la sorprendente y reiterada realidad de la picaresca made in Spain, o la dificultad para hacer cola civilizadamente, también made in Spain, que ni formando fila india al más puro estilo peques de guardería resulta fácil... ¡qué lucha pol dió!)...

Sirve para... que alguien (siempre hay un garbanzo negro, ejem... quiero decir que no siempre llueve a gusto de todos) se sienta profundamente ofendida porque desbaratas su plan (que probablemente consista en matricular a cuatro personillas de un solo viaje pues cada alumna se puede matricular a sí misma y a otra persona), y le dices que se entrega un número por cabeza y no dos... como pretende.

. Señora.- ¡Usted no es quien para organizar esto con números!
. Leve.- Efectivamente. No soy “quien”. Sólo soy “yo” yyyy... si tiene algún inconveniente o queja, cuando abran el centro (el cual se lava las manos en el asunto... Es más, de hecho ha habido ocasiones en que empleadas han colado a gente suya como quien no quiere la cosa... y como si el resto fuera idiota... aparte de tener ceguera, claro) reclama a quien estime oportuno.

Sirve para... que no pocas mujeres que formaban parte de la cola (y algún hombre, que haberlos haylos) que presenciaron la escena, incluida la reprimenda del garbanzo hacia quien suscribe, digo de la señora que no estaba conforme, salieran en defensa de la organizadora...

Sirve para que... una de esas mujeres, que es pura alegría y su mirada y permanente sonrisa irradian luz constante, días después me entregase un regalo...

Esta es una historia sobre cuatro personas llamadas: Todoelmundo, Alguno, Cualquiera y Nadie.

Estas cuatro personas trabajaban juntas y sus superiores les habían encargado realizar una tarea muy importante.

Sucedió entonces que Todoelmundo estaba seguro que Alguno lo haría. Cualquiera podría haberlo hecho, pero Nadie no lo hizo. Alguno se enfadó por ello, puesto que el trabajo era de Todoelmundo. Todoelmundo, pensó que Cualquiera podía hacerlo, pero Nadie se dio cuenta de que Todoelmundo no lo haría.

El asunto terminó en que Todoelmundo culpó a Alguno cuando Nadie hizo lo que Cualquiera podía haber hecho... y colorín colorado este cuento ha acabado.


Sirve para, y es lo más importante, que en adelante este sea el principio de una bonita y hermosa amistad. Así que... ¡doble regalo!


Pd. Bien pensado... ¿será que no soy “Yo”... y soy “Todoelmundo”... o “Alguno”... o “Cualquiera”... o “Nadie”?... ¿Tendré personalidad múltiple?... ¡Oh, no sé quién soy!... Porque ya quedamos que “quién” no era/soy... ¿no? :-S

domingo, 9 de octubre de 2011

¿Para qué sirve?...



.Ejem, ¿para qué levesirve?...