Me pido uno... uno... uno... ¡azul cielo! Y dejo otro color amarillo.... ¡Mmmmmmmmmmuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
¿Y tú... cuál quieres?... ¿cuál das?
¿Y tú... cuál quieres?... ¿cuál das?
Yo no entiendo casi nada y me muevo torpemente, pero el espacio es hermoso, silencioso, perfecto. Yo no entiendo casi nada, pero comparto el azul, el amarillo y el viento. La tarde avanza lentamente, y yo mirando quiero ver. (Eduardo Chillida)
Yo es que los prefiero en tecnicolor y cinemascope, y luego ya codificados si hay niños delante.
ResponderEliminarMe gustan los besos que tienen un color inventado para ese momento y que no se puede volver a repetir... y que tienen sabor... sabor siempre a primer beso.
ResponderEliminarYo me pido uno amarillo, y dejo uno azul cielo.. :-)
ResponderEliminarJeje, los besos en cinemascope han de ser extralaaaargoooossss. Pues también te pegan los planetarios, Sputnik ;-)
ResponderEliminarSangón... ¡qué paleta más amplia entonces de color!, que no de sabor :-) El Leonardo Da Vinci de los besos
Qué casualidad, Víctor, igualico que yo pero al revés :-D. Ten cuidado si llueve por ahí y no te mojes :-)
Casualidad, sí, casualidad.. :-P
ResponderEliminarAquí no llueve hija mía, esto es el Puritito Secarral. Un poco de frío, eso es todo.