Que siempre haya un lugar en nosotros capaz de ver, en vez de una manos sucias…
unas manos llenas de tierra limpia..
Yo no entiendo casi nada y me muevo torpemente, pero el espacio es hermoso, silencioso, perfecto. Yo no entiendo casi nada, pero comparto el azul, el amarillo y el viento. La tarde avanza lentamente, y yo mirando quiero ver. (Eduardo Chillida)
Excelente reflexión Leve :) más ahora que tengo una sobrinita que disfruta de meter las manos a la comida y batirse completamente, así que yo propondría un complemento alternativo:"...unas manos llenas de nuevas sensaciones y aprendizajes" :)
ResponderEliminarAbrazote.
Le falta un dedo.
ResponderEliminarMe recuerda esta entrada un cuento de tipo moralista que leí de niño, obra de un autor italiano (creo recordar). Igual lo leíste tú también y te acuerdas mejor que yo. Un niño recibía la visita en casa de un compañero suyo de colegio, que era más pobre que él y tenía que ayudar a su padre en el trabajo. Venía con las manos sucias por ese motivo. El niño que recibía la visita le decía algo a su padre al respecto, y éste le echaba la gran bronca diciéndole algo así como que una persona que se mancha trabajando no está "sucia".
ResponderEliminarNo es exactamente el tema de tu entrada, pero me lo ha recordado..
Que bonito cuento Victor, creo que si lo escuché alguna vez.
ResponderEliminarY lo de Amkiel... ahora si me hizo reir :)
Myriam… buen “complemento” el tuyo. Hace tiempo vi un documental en el que contaban que los pequeños aprendían fundamentalmente explorando a través de las manos. El tacto, incluso les enseñaba a ir asimilando y diferenciando los colores… qué curioso… y qué mil ojos tendréis que tener con la peque ahorita.
ResponderEliminarAmkiel… juraría que se lo ha escondido dentro de la nariz. Al menos la primera falange ;-P
Víctor… no conocía la linda historia, pero me suena mucho a Leo Buscaglia, conocido como "el doctor abrazo" y "el mercader del amor". Me late que un tipo sabio. Y quién sabe si, por ende, tipazo :-)
Excelente reflexión Leve!!
ResponderEliminarRecordé el libro: "Corazón", de Edmundo de Amicis. Es el diario de un niño. En un momento del relato se produce el acontecimiento que mencionaba antes.
ResponderEliminarMuchas gracias Eid SMS.
ResponderEliminar¡Oído cocinaaaa Víctor!... digo ¡oído bibliotecaaaaa!