Hay diabluras...
que resultan angelicales.
Y hay...
hay...
¡¡¡Aaaaayyyyy!!!
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Yo no entiendo casi nada y me muevo torpemente, pero el espacio es hermoso, silencioso, perfecto. Yo no entiendo casi nada, pero comparto el azul, el amarillo y el viento. La tarde avanza lentamente, y yo mirando quiero ver. (Eduardo Chillida)
Pues si, que feo, esas cosas no tienen justificación ni perdón de Dios, pero el hecho es que suceden. Pobres niños, en serio que son unos angelitos, pero hay gente que no lo ve así.
ResponderEliminar¡Bueno! una realidad que quisieramos que no existiera.
Abrazo.
Son monitos... y como tales copian lo que les rodea, en general. Nacer, amigüi, es una auténtica suerte; buena o mala dependiendo de donde toque.
ResponderEliminarAbrazo pa' ti... y pa tu Camila... ¡ay qué linda!