Los hay que vuelan, como Superman...
Los hay que trepan como arañas por las paredes de los edificios, como Spiderman...
Los hay que vestidos de murciélago y sin superpoderes se alían al intelecto y tecnología para luchar contra el mal, como Batman...
Los hay que tienen la dureza de la roca, el poder de la elasticidad extrema, la facultad de convertirse en antorcha humana, o de hacerse invisible, como los cuatro fantásticos...
Las hay que... las hay, ejem, como ¡Superleve en acción! ;-P ...
Los hay que... se quedan en el epicentro del infierno, mientras sus conciudadanos escapan del radio de acción de la resquebrajada central nuclear de Fukushima... mientras muchos países y empresas del mundo repatrían a los suyos desde Japón. Un grupo de valientes hombres decide tomar el sentido inverso del éxodo, acampando en plena efervescencia radioactiva. Permaneciendo. La vida ya se la han jugado... porque si en el mejor de los casos no la pierden en su dificilísima tarea, a largo plazo indiscutiblemente les pasará factura de alto coste...
Es difícil imaginar mayor generosidad para con su pueblo... para con el resto del planeta. Chapeau!...
Superhéroes de leyenda... superhéroes de la realidad.
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Este asunto lo hemos comentado bastante en mi entorno "físico". La opinión dominante es la que tú aquí expresas.. pero yo no termino de verlo así. Por supuesto que me parece muy loable lo que están haciendo.. pero también pienso que están cumpliendo con su deber. En sus circunstancias, simplemente NO pueden salir corriendo.
ResponderEliminarBueno, siempre tendrían la opción de salir huyendo así que si se quedan ya es una ganancia y se les reconoce.
ResponderEliminarSaludos a los dos!
Víctor, m'hijito, ¿y qué hacen los Superhéroes sino cumplir con su deber? :-P
ResponderEliminarMyriam, m'hijita, ya lo dices tú y no hace sino reforzarme: si quisieran... ¡saldrían por piernas! ;-)