Esta tarde salía del vestuario de la piscina dirigiéndome a recepción para entregar la llave de la taquilla. A medida que bajo las escaleras, veo que entra un grupo de adolescentes con dos adultos. Algunos se sientan en un banco. Cuando paso delante de él, descubro una cara conocida...
. Leve.- ¡Hola Lucía!
Y me coloco frente al mostrador, esperando mi turno. Lucía, más muda que una estatua, cierra los ojillos escrutándome. De repente, se levanta abriendo los brazos de par en par y cuando me quiero dar cuenta... ¡¡¡ooooohhhh, estoy rodeadaaaaa!!!... al tiempo que vuelve a apoyar su cabeza sobre mi hombro.
. Leve.- Lucía... hoy no dices nada. ¿Cómo estás?
. Lucía.- Maaaaalllll...
. Leve.- ¿Mal?... ¿eh, qué paso?... cuéntame...
. Lucía.- Maaaaalllll...
. Leve.- ¿Mal?... ¿eh, qué paso?... cuéntame...
Sigue sin hablar pero me mira (sin soltarme de su super-mega-abrazo-de-los-de-verdad-de-la-verdadera) y empieza a sonreír.
. Leve.- Ya verás que ahora te lo pasas muy bien en la piscina, disfrutando del agua. ¿A que sí?
Y Lucía asiente afirmando ininterrumpidamente con la cabeza.
Por fin la monitora acaba de hablar con el recepcionista y al girarse... nos-me ve. Juntas... y revueltas. O sea, abrazadas. Y con una expresion como pensando de puertas adentro... ¡otra vez estas dos!...
. Monitora.- ¡Tú sabrás!... yo no te digo na', -me suelta. Pero nosotras, Lucía y yo, seguimos a lo nuestro, je.
Luego... si soy David Bisbal... ¡¡¡tengo un fan!!!, ¿no?... Bueeeeno, una fan para ser exacta, je-je. Esteeee... ¿me pedirá un autógrafo en otra oportunidad?... ¿quizás que le cante... bulerííííaaa-buleríííaaaa tan deeentrooo del alma míaaaaa es la saaangre de la tierra en que nacíííí...? Voy a ensayar la vuelta coreográfica que, entre otras cosas, ha hecho famoso al muchacho. Por si acaso me la solicita... que sin su público, un artista es como un parque sin niños... como una primavera sin flores... como una mariposa sin alas... como un circo sin payasos... y hay que contentarle :-D
Que nooooo... lo que tengo es una nueva amiguilla que, otra vez, me ha dibujado una enorme sonrisilla... :-))) y tal que así, con gesto requetealegre, he salido de las instalaciones deportivas. ¡Ops... qué bien me viene!
Y miren por donde, buscando una imagen en la red con que ilustrar, voy y me topo con una fotografía que bien podría ser un retrato de la propia protagonista. Juraría que es gemela de Lucía...
¿A que es guapaaaaa? :-)
Y a propósito, me ha dicho un pajarito que las personas con Síndrome de Down saben muy bien a quien quieren abrazar. ¿Será cierto?... ¿Seré una enchufada?...
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Mejor no le cantes buleríaaaaa... a Lucía, vaya a ser que pierdas a tu fan, jaja
ResponderEliminarTambién pienso que no abrazan aleatoriamente, nadie lo hace. Habrá visto en tus ojos que puede confiar en ti.
No sé, no sé Víctor. Ayer coincidimos de nuevo en el vestuario y me pidió que me diera una vuelta (si ya sospechaba yo que los artistas tenemos que ensayar pa' luego cumplir con nuestro público, je). A la par que satisfacía su petición me dijo: ¡Ayyyy mi gitanaaa!
ResponderEliminarEs que llevaba un vestido de vuelo, con un volante al final, je. Ni un pelo de tonta se gasta la zagala. Así que... gitana-bulería... ¡pega que se la cante! :-P
¡Ah!, mi vuelta no fue Bisbaliana, sino leve... como no podía ser de otro modo :-D
Finalmente, cuando salía por la puerta, me soltó un: ¡Tía buenaaaaa! De otro (acabado en -o), ni chispa de gracia, pero de Lucía... je, je, es otra cosa, mariposa.
Parece que voy a tener cada semana ración gratis de piropos y abrazos... ¡qué bieeeennn!