Recién llegué. En el trayecto de vuelta me acompañaba él, pero se apagó el motor antes de que finalizase su actuación. Ahora, desde ... en casa, puede entonar la última nota sin guillotinas que sesguen su voz y piano.
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¡Plas, plas, plas, plas, plas ...!
¡Plas, plas, plas, plas, plas ...!
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