viernes, 14 de noviembre de 2008

Desconocidos

Este mediodía fui a un centro comercial; es decir, a un templo de consumo. Compré unas medias verdes que las quiero verdes (me encantan las de colorines) y luego me dirigí al supermercado que hay allí a por un artículo concreto que según un catálogo era bueno, bonito y barato (y práctico, sobre todo).

Antes de entrar, al ir a coger la bolsita de rigor para meter la que llevaba de otro establecimiento y sellarla, un hombre aproximadamente de mi quinta ha llegado a mi par. O para ser exacta él ha llegado a la mesa antes. Quedaba una sola bolsa, que no sólo me ha cedido sino que incluso ha hecho la maniobra completa con la puñetera máquina que raro es que funcione y me la ha entregado lista... para revista. Todo un caballero sí y confieso agradecer, sobremanera, esta clase de gestos desgraciadamente en vías de extinción. Pero hete aquí que he mirado abajo y ¡oh sorpresa!, quedaba otra bolsa más. ¡Qué bien, el universo es justo después de todo! De modo que cada cual tan contento ha entrado al super con sus bolsitas convenientemente precintadas, por aquello de evitar que nos diera por el hurto y/o robo según la política del comercio en cuestión.

El caballero fue por su lado, yo por el mío. Apenas tardé y justo cuando me marchaba me lo topo, se para y me suelta un: "Qué pelo tan bonito tienes". Mi mente, ducha en según qué materias a base de experiencia acumulada, s-o-b-r-e . t-o-d-o .e-n .l-o-s .s-u-p-e-r-m-e-r-c-a-d-o-s, rápidamente se divide en dos:

Una mitad exclamaba:  "¡Alerta, alerta... cuando un desconocido lo que primero que te dice son piropos... peligro, peligro!".

La otra argumentaba, con serenidad: "Bueno, ¿qué tiene de particular que una persona más de las muchas que ya te han dicho, siendo mujeres... mayores menores, niñas, hombres de diferentes edades, hasta profesionales de la peluquería, refiera que tienes una melena rizada que resulta agradable a la vista? Por otra parte... la cabeza de quien te lo ha dicho no tiene un pelo de tonto ni de listo, ya que es calva. Quizás se trate de pura nostalgia, o hasta envidia si me apuras. Eso sí, era una considerable atractiva calva, así como la completud de su portador".

Tras mi educado: “Gracias y mira, precisamente he venido en busca de un secador que cumple la regla de la triple B”, él añade: “¡Qué envidia me das!”. A lo que respondo: “Te comprendo... (entre otras cosas porque lo acabo de pensar... claro que esto no se lo he dicho)”. Debe ser una faena pero una vez superada la pérdida... tiene enormes ventajas, como por ejemplo ahorro en champús y peluquería. Aunque también desventajas como pasar más frío pero eso se arregla con un gorro. Bueno, pues adiós".

. El.-  ¡Espera!, ejem, hummmm... quizás no lo creas... ejem... no suelo hacer esto perooooo... ¿te puedo invitar a un café?
. Ella (o sea yo).- Me quedo mirando. Miro y remiro a ver si veo. Insisto en mirar escrutándole y concluyo que me inspira confianza e incluso agrada a priori. ¿Por qué no? (me digo y le digo). Pero esa invitación ha de llevarse a la práctica ahora. No obstante le he propuesto acompañarle previamente a hacer su compra pero ha renunciado y la ha pospuesto pues no era urgente, según sus palabras.

Dada la hora ha sugerido una cerveza que en esta ciudad lleva tapa anexa, que además es una de las cosas que da fama a la tierra. En cambio yo he pedido mosto pues no tenía el cuerpo para alcohol y lo mío, en cualquier caso, es un buen tinto puestos a... “ir de cañas”.

Ha sido un tiempo compartido muy grato, para ambos. Hemos tenido una larga y agradable conversación. Con toda naturalidad. Hablando incluso de temas que a veces no se tratan con los conocidos más cercanos. Era un poco extraño... como si fuésemos amigos pero que en realidad nunca lo han sido. Diría... que ha sido una charla densamente distendida a la par que leve, por la que los dos nos hemos sentido agradecidos habiéndolo referido incluso literalmente.

Es lo que tiene la vida, que inesperadamente te pasan pequeñas cosas agradables, que te enriquecen o simplemente te hacen sentir bien y con eso basta.

He regresado a casa contenta, con un número de teléfono en mi agenda que posiblemente nunca marque, pero que quien me lo ha dado precisamente lo ha hecho con la condición de... “sin ninguna clase de compromiso”.

Y me da por pensar que quizás suceda, un poco, extrañamente, como decía Richard Bach: “Tus amigos te conocerán mejor en el primer minuto del encuentro que tus relaciones ocasionales en mil años”. O no.

También he vuelto a mi hogar dulce hogar con la, ya sí, plena convicción de que la que suscribe... desprende alguna feromona específica en los supermercados. De lo contrario... ¡me lo expliquen!
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7 comentarios:

  1. Yo creo en el azar

    y las melenas...

    aunque no lo quieras...

    El resto requiere

    llevar primaveras

    en el alma,que desprende

    tantas cosas....

    Eres pelirroja?

    ♥♥♥besos♥♥♥

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  2. ¡Semibingo! ... soy castaña rojiza, o sea que un poco pelicolorá sí, sobre todo en verano.

    Yo creía en lo que suelo llamar "azar causal", pero ahora no sé si creo o no creo. Estoy un poco ... "standby" (no sé si se dice así, y mucho menos si se escribe como lo he hecho). Mi fe en ese sentido se ha marchado, aunque posiblemente sólo de vacaciones.

    Bon jour belle!

    Pd. Parece que me desperté pelín políglota.

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  3. Los antiguos caballeros se extinguen... porque surge un nuevo tipo de "caballero" que deberían ser las personas que nos ayudamos unos a otros independientemente de sexo, raza, religión etc...

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  4. ¿Dices que surge un nuevo tipo de caballero Sangon?¿Independientemente de sexo, raza, religión ... que lo hace en plural?
    Por aquello de mi falta de fe actual permíteme que lo dude fundamentalmente porque veo, masivamente, lo contrario: un considerable aumento de falta de respeto en todos los ámbitos y a los diferentes colectivos.

    En cualquier caso observo que utilizas el verbo “deberían” en condicional, expresando por tanto la probabilidad más que la realidad.

    Sin embargo dudar no es negar, conste. Quizás sólo sucede que surge muy lentamente ... y en voz muy bajita, tan baja que casi ni se puede una percatar de esa nueva estirpe que ojalá pueble a la totalidad de la futura especie humana.

    Eso será.

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  5. Estoy plenamente con Sangon, pero por desgracia también he de dar la razón a levemente. Estamos en un mundo en el que se respira todos los días de forma generalizada la falta de respeto hacia todos y todo, pero prefiero creer en la bondad y la razón humanas y que aún existen caballeros tal y como los describe Sangon, y que de algún modo seguirán existiendo...

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  6. Soy consciente del mundo en que vivimos, pero siempre voy muy pendiente para ver esos pequeños detalles interesantes de la vida y que pueden pasar desapercibidos...
    Si nos vieramos primeramente como personas antes que mirar si somos más guapos o más feos, a que sexo, raza, pais, etc. pertenecemos, los comportamientos serían tal vez más razonables y no tendríamos que dar privilegios a unos y olvidar a otros. Creo que muchas cosas funcionan por la inercia de la tradición, las repetimos sin pararnos a pensar ¿Por que?.

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  7. Hobbes creía que ... “el hombre es el lobo del hombre”, o sea, depredador puro y duro para los de su especie. Kant apuntaba que ... “el ser humano vive en una insociable sociedad”, es decir, antagonismo -no diré absoluto pero sí considerable- entre sus componentes. Y mi memoria ya sólo da para recordar que Hegel, coincidiendo con Rousseau, creía que el ser humano solo y único en el mundo no sería humano, sino animal. Por tanto defienden la idea de que los unos somos necesarios para los otros (verdad de la verdadera según Leve).

    Jose ... el hombre es lobo para el hombre así como también es un ángel cuidador para sí mismo. Y es que, desde mi opinión, todos, absolutamente todos somos potencialmente eso: todo. Pero sucede que en base a la cultura, experiencia, educación etc, desarrollamos más unos aspectos u otros. Creo, ya sabrás, me pasa como a ti: confío de entrada en que ... “to er mundo e güeno, mientras no se demuestre lo contrario”. Y también “to er mundo puede ser malo o regulá”.

    Sangon ... comparto contigo ese “estar pendiente” a los detalles chiquitos, casi invisibles, que descubren la belleza de la vida ... y de su gente. Tengo además una facilidad pasmosa para captarlos ... lo cual siento como una especie de don concedido que agradezco sobremanera. Comparto también tu, de momento al menos, utopía pues esta sociedad precisamente aboga por el “tanto tienes tanto vales”, o “tan guapo eres tan exitoso serás” y similares.
    Dices: Creo que muchas cosas funcionan por la inercia de la tradición, las repetimos sin pararnos a pensar ¿Por que?

    Fácil ... porque pensar requiere primero pararse, en un mundo embutido en la prisa. Y tanto parar como pensar da trabajo. Pocos son quienes están por la labor de ... “hacer horas extras”. Y muchos porque ni siquiera comprenden que para pensar, es necesario hacerlas. No estamos, aún, preparados para vivirnos como “personas”, así de claro lo digo porque así de alto lo pienso.

    ¡Ah Mía! ... además de medio pelicolorá tengo pecosas pecas, sin llegar a ser un puchero de lentejas andante. Las justas y necesarias, creo. Que ya, como una no es zagala, en verano algunas se quieren tanto que les da por fusionarse convirtiéndose en lunares que casi me hacen parecer un dálmata. Bueno, bueno, no tanto ... el tópico de que los andaluces exageramos a veces se acaba de cumplir.

    Saludos mañaneros.

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