Ayer escuchaba a alguien que recientemente superó un cáncer. Se consideraba privilegiada y renovada independientemente de lo dura que había resultado la experiencia. Le preguntaban qué era lo verdaderamente importante de la vida. Respondía que apenas tres ... cuatro cosas. Aseguró, con plena convicción, que la más importante de todas -al margen de la salud- es quien te acompaña en el recorrido.
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Me fui a la cama pensando en ello ...
Y concluí que sí, que lo más importante es la persona ... las personas que nos acompañan en la vida ... en tiempos de luces ... y, sobre todo, en tiempos de sombras.
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:)
:-)
:))
=))
:(
:-(
:((
:d
:-d
@-)
:p
:o
:>)
(o)
[-(
:-?
(p)
:-s
(m)
8-)
:-t
:-b
b-(
:-#
=p~
:-$
(b)
(f)
x-)
(k)
(h)
(c)
cheer
Que poco le dura a usted la risa señorita Leve, inmediatamente se sumerge en las profundidades del ser. Para mí, que estoy en el trance que describes es importante la compañía, sobre todo mi propia compañía, estar presente, para darme, o... salir corriendo :)
ResponderEliminar¡Ayyyy esta levedad mía que me arrastra siempre a las profundidades! Me pasa desde que tengo uso de razón, de modo que aunque uno se vaya haciendo ... también se nace. Y la entrada de hoy ... ¡ni a posta!
ResponderEliminarDesde luego ... en principio la mejor compañía que hay para uno es uno mismo por aquello de que, potencialmente, no nos fallamos. O somos quienes menos lo hacemos pues también nos traicionamos. Además ... para que alguien te acompañe bien y para bien acompañar a otro ... previamente ha de darse la autocompañía ... entiendo yo. “Compaña” que dicen los viejitos de estos lares.
Que tu trance sea lo más liviano posible. Y si has de salir corriendo ... ¡adelántate un poquito para que nada ni nadie te pille en desventaja!
Un abrazo ... profundo.
En los momentos difíciles sabes quién es quién de tus compañias, como si esa dificultad nos diera lucidez para discernir. Y saber que, y quien es de verdad a tu lado, al final es una alegría. Lo más duro de comprender, es que hay cosas en tu vida en las que estas sólo, y por las que tú y solamente tú puedes y debes luchar.
ResponderEliminarMatizaría añadiendo que la dificultad da lugar a la “evidencia” que otros manifiestan, que a su vez despierta a nuestra lucidez.
ResponderEliminarY sí ... al final es una alegría aunque ciertas ausencias pudieran doler en algún momento. Siempre, al menos para mí, es preferible un color negro verdadero que un rosa falso. Además ... el negro es un color muy, muy “elegante”.
Y no sé la razón exacta, pero en este instante me viene a la mente una cita de Neruda ...
“Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar, indefectiblemente te encontrarás a ti mismo. Y esa, sólo esa puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas”.
¡Me pido la prime opción!
Gracias por el abrazo, me lo quedo, ya te lo devolveré
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