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para llenarse de vacío.
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Yo no entiendo casi nada y me muevo torpemente, pero el espacio es hermoso, silencioso, perfecto. Yo no entiendo casi nada, pero comparto el azul, el amarillo y el viento. La tarde avanza lentamente, y yo mirando quiero ver. (Eduardo Chillida)
o viceversa..
ResponderEliminaryo también te saludo, meditabunda; la foto es preciosa.
Entiendo el mensaje y es lindo aunque yo reescribiría la frase así: "Vaciarse de llenos para llenarse del vacío" pues eso de llenarse de vacíos es lo que menos me gusta en esta vida porque me suele suceder y es feo.
ResponderEliminarIgualmente digo que la foto esta bonita. Un abrazo fuerte amiguis.
Sí Víctor... las puestas de sol, como los amaneceres, siempre son preciosos. Incluso cuando suceden entre nubes que apenas permiten asome la claridad.
ResponderEliminarMyriam... no es el vacío lo feo. Es lo que llena ese vacío lo que hace que tenga... “semejante aspecto”... la tristeza, la soledad, la rabia, la aversión, la insatisfacción...
El vacío... ese lugar donde reside lo verdaderamente esencial, que no duele, que no aprieta, que no alegra... que sólo ES porque precisamente permite SER. El poder del vacío reside en que puede contenerlo todo. Y por ende forjarlo... o destruirlo.
Dice Lao Tsé en su “Tao te king”...
“Treinta radios convergen en el medio
pero es el vacío mediano
quien hace marchar el carro.
Se trabaja para hacer vasijas,
pero es del vacío interno
del que depende su uso.
Una casa está agujereada de puertas y de
ventanas,
pero sigue siendo el vacío
quien permite que se habite.
El Ser da unas posibilidades,
y es por el no-ser que se las utiliza”.
Ehem, tengo otra versión de Lao-Tse:
ResponderEliminarhttp://laetus.blogia.com/2007/041901-tao-11-124-lao-tse-124-.php
Ehem, ehem... esta ha sido sacada de un librito de "Ediciones 29". Tiene las páginas amarillentas... lo que ayuda a que me encante (más).
ResponderEliminarPero vamos: ¡C-O-P-I-O-N-A!... Te libras por cuestión de fechas, no más.