Un bolero es un mar agitado y para no naufragar en él hay que saber navegarlo… nadar en sus ilusiones, sortear sus desencantos...
Un bolero es como el cofre de un viejo galeón hundido en los abismos del sentimiento, en aguas calientes donde hasta los peces se emborrachan y escriben versos...
Un bolero es una invitación a cantar las pasiones con los ojos cerrados y el alma abierta, reconociendo en él un pedazo de nuestra vida...
Un bolero era… es y será ella. La de ojos traviesos y mirada risueña... la que cantaba exuberante con absoluta sinceridad, desde las tripas, y quizás por ello como nadie cantó a la piel… a la promesa del placer… al desenfreno si la intimidad de la carne estaba presente, al desgarro cuando el amor se rompía de tanto usarlo... o de no alcanzarlo.
Una de las grandes, una de las que me adentró y me hizo permanecer en la boleromanía, se marchó esta semana. La imagino ahora en algún club nocturno del cielo. Allí debe estar… con una botella de ron sobre la mesa, junto a Antonio Machín, Elena Burke, Ibrahim Ferrer y otros tantos… brindando. Y entre bolero y bolero, y ronda y ronda... llorándole a las penas de amor… cantándole a sus alegrías.
Hasta siempre Olga… hasta siempre reina del bolero.
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Un bolero es como el cofre de un viejo galeón hundido en los abismos del sentimiento, en aguas calientes donde hasta los peces se emborrachan y escriben versos...
Un bolero es una invitación a cantar las pasiones con los ojos cerrados y el alma abierta, reconociendo en él un pedazo de nuestra vida...
Un bolero era… es y será ella. La de ojos traviesos y mirada risueña... la que cantaba exuberante con absoluta sinceridad, desde las tripas, y quizás por ello como nadie cantó a la piel… a la promesa del placer… al desenfreno si la intimidad de la carne estaba presente, al desgarro cuando el amor se rompía de tanto usarlo... o de no alcanzarlo.
Una de las grandes, una de las que me adentró y me hizo permanecer en la boleromanía, se marchó esta semana. La imagino ahora en algún club nocturno del cielo. Allí debe estar… con una botella de ron sobre la mesa, junto a Antonio Machín, Elena Burke, Ibrahim Ferrer y otros tantos… brindando. Y entre bolero y bolero, y ronda y ronda... llorándole a las penas de amor… cantándole a sus alegrías.
Hasta siempre Olga… hasta siempre reina del bolero.
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Esta Olga de apellido desconocido es un descubrimiento.. y tú qué bien escribes, jodía (esto ya estaba descubierto).
ResponderEliminar¿De apellido desconocido?
ResponderEliminargrrrr.. hay que arrancarte la información con tenazas, pareces un tío..
ResponderEliminarEjem, ejem... ¿pa' qué repetir lo que ya se dijo en el minuteison 3:57?
ResponderEliminarjeje, vaya ojo de lince que tengo ;-).. ¡pues puse el vídeo como tres veces!
ResponderEliminarNo sé si sugerirte que visites al oculista o al otorrinolaringólogo. ¿Este último, además de oído y garganta también se ocupa de la nariz, no? ;-P
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