Dado que inesperadamente se evaporó tras la Navidad pasada por voluntad y libertad propia -sin interferencia alguna de mi parte- en gran medida me resulta incomprensible que haya vuelto, aunque sea fugazmente. Más aún que se haya dirigido a mí con un apelativo que pertenecía en exclusiva al ámbito de intimidad en el que nos relacionábamos, y que él hizo estallase de súbito como una pompa de jabón... ¡ploffff!...
Sin embargo, a diferencia del cuento original, no apareció para enfrentarme a errores que yo hubiera podido cometer en el pasado, pues tengo la certeza de que no los hubo de mi parte... ¡A mí que me registren... soy inocente! (especialmente hoy); todo lo contrario en realidad.
Vino, casi de puntillas en apenas unas líneas, con un equipaje compuesto de deseos de paz, alegría, bienestar, fuerza e ilusiones sobradas para mí... Naturalmente se lo devolví como boomerang deseándole también lo mejor con sinceridad. Lo hice al más puro estilo Leve, si bien... ¡increíblemente breve!
Pero... ¿pensaría “mi visita” en algún momento... qué... cómo me sentiría al recibirla, si me haría bien? Probablemente no. Claro que probable no es sinónimo de seguro. Y me surge otro interrogante... ¿hasta qué punto tenemos derecho a despertar recuerdos dormidos en memorias que no nos pertenecen?
Aunque en abstracto soy muy preguntona, lo bueno... es que a medida que voy acumulando vida, ejem, VIDA, cada vez necesito comprender menos cosas... a menos gente. Preciso menos respuestas, por más que mi curiosidad siga siendo curiosa. Distinto es que las desee... muy distinto; y de ser así... tampoco con demasiado fervor.
No obstante sería positivo, generoso e incluso necesario que a la hora de actuar, especialmente cuando nos planteemos viajar desde el pasado a otras existencias de las que nos alejamos porque así lo decidimos, todos tuviésemos la lucidez que guiaba a Frodo Bolsón, de la que dejó testimonio por escrito tras finalizar su epopeya como portador del anillo de poder...
"¿Cómo retomar el hilo de una vida?... ¿Cómo seguir adelante cuando en tu corazón empiezas a entender que no hay regreso posible... que hay cosas que el tiempo no puede enmendar... aquellas que hieren muy dentro... que dejan cicatriz?...".
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Yo no sé si siempre será cierto que no hay regresos posibles. Tampoco si hay cosas que el tiempo no puede enmendar. Pero sí sé que algunas hieren muy, muy dentro... que dejan cicatriz. Y como ya sabemos... las cicatrices duelen cuando el “tiempo cambia”. Saltar en él... ¿acaso no es un “cambio”?
¿Vendrá también el espíritu de la Navidad presente... el de la Navidad futura? ¿Será la Navidad una excusa para hacer lo que no somos capaces el resto del año? No sé y no voy a especular. Seguiré caminando en este ratico que la vida me prestó a mi ritmo... A un ritmo lento que me permita observar con calma, disfrutar todo aquello... de todos aquellos que encuentre a mi paso y con lo que... con los que sea posible el gozo compartido...
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"cada vez necesito comprender menos cosas... a menos gente."
ResponderEliminar¿cuanto más conoces a la gente más te gusta tu gato?
Que vd. lo cicatrice bien.
Siento que tuvieras que pasar por esa experiencia.. :(
ResponderEliminarMe ha dado que pensar lo que dices. Que nuestro pasado no es sólo nuestro.
En mi sueño hay un gato
ResponderEliminarque se llama “Garabato”.
También está la perra “Luna”,
que en nuestra familia,
es la gran fortuna.
Su pareja, “Camino”,
es un can del que a veces
se queja el vecino.
Y queda la gata “Amelie”,
que en barrio tiene fama
de ser très, très jolie.
:-DDDD
¡Vaya levepoeta estoy hecha! Please... tomates no, gracias. Bueno, si son de la huerta personal y ecológicos... ¡sí por favor!, pero no lanzándomelos a mí sino a mi cesta. ¡Estoy hartica de tanto tomate bonito que no sabe a nada!
Es que, Feroz, sueño con parte de tu realidad: ¡vivir en un cortijo!... que aquí es como se llama a las casas de campo sitas en mi querido Parque natural de Cabo de Gata. Todos los personajes del poema -nombres incluidos- son ciertos en mi SUEÑO desde años ha. También hay algunas gallinas (todavía por bautizar) y ya veremos si alguna cabrita... ¡dan trabajo!
¡Ah!, “Leandro” -el siamés de mis vecinos- y yo nos llevamos de perlas. No hace falta ni que hablemos. Se queda extasiado mirándome. Es un bendito... aunque algo miedoso. Está gordito porque es “Il castrati”... ¡y le encanta escaparse a casa! Yo digo que es por que le gusta el aroma del incienso. Y tú que eres el experto en gatos... ¿qué opinas... de mi opinión?
Débote una respuestoide endiosada, no lo olvido.
Víctor... no lo sientas :-) Que pa’ sentir ya estoy yo que... siento que todo lo siento. Además de todo se aprende. En realidad es un buen espíritu –el de la Navidad pasada-, pero a veces hay circunstancias, torpezas... y la justicia no acaba siendo muy justa para alguna de las partes implicadas... c’est la vie! Por suerte Doña Comprensión y yo nos llevamos requetebién. Pero comprender... no hace que el dolor duela menos.
Y sabes algo... hoy pasó algo wonderful-wonderful... juraría, de hecho, que ha venido el espíritu de la Navidad presente. Mañana más en... “la puerta principal”, je.
Débote también visita amplica a tu “casa”· Prontito prontito... ¡prepárate para mis bombardeos!
Bueno... deber deber, nada, querer... ¡claro!
Pd. A ver quien es el guapo que busca “otra rima” para “Amelie”, je.
Pd. No se puede imaginar el respetable lo bien que me lo paso con las levetonterías que me van surgiendo. Mismamente el poema, je. Que me río de veras, je, je, je.
ResponderEliminar"No hay regresos posibles..."
ResponderEliminarTal como dice la frase de Lewis Carrol que encabeza tu blog...
"Sé quién era esta mañana, pero creo que desde entonces he cambiado varias veces."
Si muchas cosas son diferentes respecto a esta mañana, imaginaté comparando hace un año...
Música para tu poema...
http://www.youtube.com/watch?v=GWrxs2RDNRU
Sangón... Nunca somos los mismos, ni nada es igual, aunque lleguemos a creerlo. El cambio... el constante cambio modifica todo y a todos a cada instante. Pero sucede también que a veces nos encontramos donde pensamos jamás volveríamos. O no.
ResponderEliminarEn esa fotografía está preciosa "Amelie"... casi tan très-très jolie como la gata de mi sueño :-)
Y el piano de Yann Tiersen... ¡mmmmmm uno de mis prefes!
Grache mile.