Yo no entiendo casi nada y me muevo torpemente, pero el espacio es hermoso, silencioso, perfecto.
Yo no entiendo casi nada, pero comparto el azul, el amarillo y el viento.
La tarde avanza lentamente, y yo mirando quiero ver. (Eduardo Chillida)
El amiguillo con el que mantengo actualmente una guerra de sesos, de vez en cuando pasea por este país de maravillas. A raíz de la lectura que hizo de la entrada en la que referí nuestras luchas, me preguntó en qué consistía exácticamente la expresión… “darse vidilla”.
Le dije que nuestros asaltos provocaban una estimulación intelectualeison mutua. Esto es... nuestras neuronas (no espejo ellas) interactúan tal que así, por ejemplo:
. Amiguilloneurona.- ¿Qué tal... cómo andas? . Leveneurona.- Andar, andar... más bien me electrifico. Ahí voy... emitiendo impulsos a tutiplén. . Amiguilloneurona.- Pues yo aquí estoy... haciendo una excursión por el hemisferio cerebral derecho. . Leveneurona.- Recuérdote que tu territorio suele ser el hemisferio izquierdo. . Amiguilloneurona.- Pero hay que ampliar horizontes... ¡el universo sináptico es tan, tan ancho...! . Leveneurona.- En tal caso te recomiendo visitar el encéfalo... paraíso por excelencia de la abstracción. Precisamente, desde allí, mi axón te está enviando un lote informativo. . Amiguilloneurona.- Sí, sí... mis dendritas están recibiendo las leveseñales. . Leveneurona.- Con permiso, hecho el trabajo... voy a darme una ducha de mielina, que tengo el pensamiento algo reseco. Corto y cierro (la conexión claro)... ¡parasimpático!
Tal que así fue la explicación exáctica. O sea, y traducido a un idioma comprensible para la mayoría de mortales, “darse vidilla” quiere decir que nuestros cerebros, y por ende ambos dos, conectan y se incitan (en el buen sentido de la palabra, es decir... productivo), dando lugar a actos comunicativos. Como si de un boomerang se tratase.
Ahora mi amiguillo dice que le ha venido de perlas el curso de neurología, porque gracias a él podrá aprobar la asignatura que le faltaba de la carrera de midisina, según sus palabras textuales :-D
De un tiempo a esta parte mi naturaleza pacífica se encuentra algo exaltada y quizás el respetable se pregunte la razón. ¡O no! En cualquier caso lo cuento, je. Aún con mis taytantos años de bagaje vital, he sido requeteingenua en ciertos aspectos. Creo que mi candidez tenía que ver más con... “el deseo de que X (entiéndase “x” como cualquier asunto de importancia) fuera como se supone debe ser”, que con... "la impepinable realidad de cómo es verdaderamente”. Por ejemplo... hasta hace relativamente poco me empecinaba en que, en principio, todos y todas somos personas y después... hombres y mujeres. Pero, si a las innumerables pruebas me remito, es justo al revés. Y lo de ser persona además hay que currárselo, que da un trabajo que pa’ qué pues como ya he comentado en alguna ocasión: ser humano, se es en cuanto se nace... sin embargo en persona hay que irse convirtiendo. ¡Y a veces con cada fatiguita queeee...!
Podría decirse que un amiguillo y yo mantenemos últimamente lo que se suele denominar una “guerra de sexos”, aunque en plan light y más por darnos caña de España que otra cosa; chincharse divertidamente en resumidas cuentas. De hecho, ese “darse vidilla” mutuamente, forma parte de la idiosincrasia de nuestra relación. En consecuencia lo que a la postre tenemos es una “guerra de sesos”, ya que son nuestros intelectos los que mantienen el pulso y no nuestros instintos primarios de género, aunque los utilicemos como referencia en los... asaltos. Y si bien son varios los puntos de fricción que nos enfrentan, detallaré sólo un gancho de cada contrincante. Cabe destacar que, como nobles oponentes, golpes bajos... ¡ni uno nos damos! :-D
Según mi amiguillo una de las características de la fémina en general (exceptuando las lógicas salvedades) consiste en que no va al grano a la hora de expresarse. Que se enrolla cual cotorra para finalmente no decir nada. Vamos... que es experta en marear la perdiz, capaz por lo demás de acabar con la paciencia de más de un santo varón, dejándole incluso con tremendo dolor de tête por haber tenido que aguantar su discurso-llega-a-ninguna-parte. “¿Y pa’ eso sirve el dominio del “mundo sutil y la capacidad verbal”?, añade.
Y miren por donde van y, providencialmente, me envían este vídeo...
Con lo cual... tengo que darle la razón.
Según yo, o sea la amiguilla, y a tenor de la propia experiencia unida a lo observado reiteradamente, el hombre (en gran porcentaje, que no totalidad, en cuanto a los que conforman su género), o bien piensa a menudo con la cabeza que no tiene sobre los hombros, o sufre ataques transitorios en los que es gobernado por la susodicha.
Y miren por donde van y, providencialmente, me remiten otro vídeo...
Con lo cual... tengo que darme la razón.
Y miren por donde voy yo y, consecuentemente, los publico en la entrada que me ocupa pues, por más que habitualmente los chistes machistas y feministas me hagan poca o ninguna gracia, ni a posta oigan, je...
¡Ah!... y agradézcole a mi amiguillo que me brindó, sin ser consciente de ello, el título que la encabeza... ¡además sin cobrarme copyright! Es más majoooo... pero claro, también hombre y es que... ¡nadie es perfecto! ;-P
Final antológico donde los haya de “Con faldas y a lo loco”, una de las mejores comedias del séptimo arte que me sirve para lanzar un... ¡viva Billy Wilder!... entre otros grandes realizadores clásicos.
Que el dinero no es una mercancía... Que la economía no puede ser un casino... Que la especulación no es una fuente de riqueza...
Que “La lechera”, además de una fábula, también ha sido una realidad experimentada masivamente en sociedades opulentas en los últimos años...
Que no es posible vivir sin afrontar el pago de las deudas...
Que la crisis es de toda especie, no sólo financiera... Que son precisas responsabilidad y solidaridad, individual y conjunta, para superarlas...
Por el bien de la macro y las microeconomías, por el bien de ser humano... confío en que sí.
”(...) al considerar la libertad como el aumento de las necesidades y su pronta saturación, se altera su sentido, pues la consecuencia de ello es un aluvión de deseos insensatos, de ilusiones y costumbres absurdas”... según Zósima en “Los hermanos Karamazov”, que es lo mismo que decir Fiodor Dostoyevski.
Un bolero es un mar agitado y para no naufragar en él hay que saber navegarlo… nadar en sus ilusiones, sortear sus desencantos...
Un bolero es como el cofre de un viejo galeón hundido en los abismos del sentimiento, en aguas calientes donde hasta los peces se emborrachan y escriben versos...
Un bolero es una invitación a cantar las pasiones con los ojos cerrados y el alma abierta, reconociendo en él un pedazo de nuestra vida...
Un bolero era… es y será ella. La de ojos traviesos y mirada risueña... la que cantaba exuberante con absoluta sinceridad, desde las tripas, y quizás por ello como nadie cantó a la piel… a la promesa del placer… al desenfreno si la intimidad de la carne estaba presente, al desgarro cuando el amor se rompía de tanto usarlo... o de no alcanzarlo.
Una de las grandes, una de las que me adentró y me hizo permanecer en la boleromanía, se marchó esta semana. La imagino ahora en algún club nocturno del cielo. Allí debe estar… con una botella de ron sobre la mesa, junto a Antonio Machín, Elena Burke, Ibrahim Ferrer y otros tantos… brindando. Y entre bolero y bolero, y ronda y ronda... llorándole a las penas de amor… cantándole a sus alegrías.
Hasta siempre Olga… hasta siempre reina del bolero.
¿Tiene pensado pasar sus vacaciones en Andalucía?... ¿Con la crisis la cosa no llega para hotel y no le ha quedado otra que alquilar un apartamento?... ¿Tocará pues ir al supermercado y hacer la compra, cocinar...? En tal caso... ¡no olvide pasarse por la "Leveacademia Caireles" donde gustosamente se les impartirá un curso acelerado sobre unidades de medida andaluzas! Fundamental conocerlas oigan :-D ...
Hoy, día de resaca, sí tengo algunas palabritas y las dejaré a modo de balance después de haberme adentrado en el lado oscuro de la Fuerza. Con más sorpresa para mí que pa’ nadie, conste.
• Lo que no me ha gustado e incluso me ha disgustado...
Que se haya juzgado en negativo a Puyol (¡que además es mi primer héroe humano!, je) por sacar la bandera catalana en el campo tras ganar el partido que les dio el título. Es una bandera tan española como por ejemplo la asturiana, que también ha utilizado Villa, y que sepa nadie le ha atacado por ello. Le pese a quien le pese, o sea nacionalistas y antinacionalistas, la señera representa a parte del estado español porque hasta la fecha Cataluña conforma la piel de toro, concretamente por el nordeste peninsular :-)
En un comentario que dejé en una entrada anterior escribí algo que quiero rectificar. Decía entonces que si la selección de Holanda había llegado a la final sería por méritos propios. No cuestiono que no los hiciese porque desconozco su trayectoria (en aquel momento aún no era Leve Darth Vader, je), pero entendidos y seguidores del deporte rey alaban su participación a lo largo del Mundial, a excepción del partido con Brasil donde ya comenzó a dar muestra de sus... “exquisitas formas”. Luego... merecer llegar a la final sí. Jugarla... no, visto lo visto. Pero como por suerte a veces existe justicia, pese a que los soldados holandeses, ejem...los jugadores confundieron fútbol con taekwondo, lucha libre, teatro, guerra... y sobre todo exceso de “suciedad”... no lograron que el jugo del juego español se les agriara a los nuestros. Porque una cosa es cometer algunas faltas, inevitables en un deporte de contacto, y otra muy diferente salir al campo –aleccionados por el propio entrenador, de cajón... amén de deshonroso- a machacar. Sin embargo su estrategia no obtuvo lo esperado, así que un ¡olé! a todos nuestros chicos, que no se vinieron abajo por obra y desgracia de... “matones de colegio”, sino que acabaron exprimiendo el zumo de "La Naranja Mecánica” y se lo bebieron en la copa de ganadores, glub, glub, glub...
La selección de Alemania, que sí habría sido digna contrincante en semejante evento, para mí es la subcampeona a efectos morales, particularmente tras haber escuchado las postdeclaraciones del entrenador holandés, que pretendía justificar lo injustificable arguyendo algo tal que así: "Nuestra intención era jugar un buen fútbol, pero nos enfrentábamos a un rival muy bueno. España es la mejor selección y lo ha demostrado en estos últimos años. Así es el deporte y es amargo pero ha ganado el mejor". ¿¡Einnnn!? Mi opinión es que la suya no tiene desperdicio. Tampoco quedó a la zaga una de las figuras de su equipo, que dice avergonzarse por haber perdido. ¿Por haber perdido?... coj, coj, coj... que me da la tos... Comprendería (una pizca, no más) que por la presión que significaba haber perdido ya dos mundiales anteriores en finales recurriesen a una metodología de juego errónea, pero comprender no significa legitimar, no confundamos, y mucho menos después de la actitud que han tenido a posteriori. En fin, hay que ser muy valiente para reflexionar y entonar un mea culpa por la pésima y violenta actuación, cuya finalidad fue la de impedir el juego oponente con el que no se podía competir en calidad técnica. Pero “ganar” a cualquier precio, no, no, no... no es correcto. Así que... haciendo honor una vez más a la veracidad de la teoría de León Festinger sobre disonancia cognitiva... va a ser que en según qué momentos e individuos el autoengaño es la única tabla de salvación, frente a la galería y frente a uno mismo, por aquello de poder seguir mirándose al espejo sin sentir que se está en el núcleo, del núcleo del planeta. Es decir... que se cayó bajo, bajito. Eso... o se hace gala de un cinismo del copón porque encima ahora lloran que el árbitro les ha “robado” (término literal empleado) la victoria y son pobres víctimas, pues sí queeeee...
Al parecer la selección de Holanda no se ha enterado de que para aspirar a ganar, previamente hay que haber aprendido a perder...
Y ya que he referido al susodicho. También me ha molestado no poder dar respuesta clara a una gran duda (aunque por fortuna no existencial): ¿El árbitro tenía nacionalidad británica... o sueca? :-P
• Lo que me ha gustado e incluso encantado...
El soplo de aire fresco que se ha regalado a una sociedad más quemada que la pipa de Toro Sentado, desbordando a un país de alegría...
En consecuencia las sonrisas sinceras, que no tienen más afán que ser y disfrutarse, especialmente las de niños y ancianos, vinculados afectivamente o no, que han compartido un episodio a recordar por los siglos de los siglos, amén...
El ejemplo que ha dado “La Roja” de saber estar, de paciencia (pese a perderla un poquito por acoso y derribo en el último encuentro), de buen juego, de antidivismo, de ser piña...
Que a su vez ha reafirmado la autoestima de grupo en la ciudadanía y recordado que la unidad hace la fuerza... que juntos se construye... que un objetivo común tiene también resultados individuales. No durará mucho pero bienvenido sea...
Por supuesto he de mencionar el beso de Iker a Sara. Además de ser una declaración pública de su amor... resulta la mejor réplica a quienes quisieron endosar a la periodista la derrota del primer partido, así como cuestionar la valía del portero; desprestigiarlos en resumen. A ver si ahora dan el sobrenombre de “talismán” a aquella que algunos decidieron era “gafe”...
Especial mención merece otra estrella que brillará en el futuro (nunca mejor dicho, je): ¡El pulpo pitoniso Paul! Hasta le han premiado y todo...
Merecidamente, aunque mas que por acertar (¡9 de 9!) diría que por haber dado el toque humorístico al Mundial.
Maravilloso me pareció que Iniesta dedicase el gol inmediatamente después de marcarlo a su amigo Daniel Jarque, fallecido el año pasado, también futbolista profesional. Se le quebraba la voz cuando le entrevistaron, estaba muy emocionado. Idem respecto a Santiago Ramos, que llevaba de nuevo la camiseta con la fotografía de Antonio Puerta cuando recogieron la copa. Estos, creo, son gestos que hacen grandes a las personas en generosidad...
Y la guinda... la escena posiblemente más tierna (y la preferida atendiendo a mi leve-esencia) fue la imagen de Alvaro, el hijo pequeño del seleccionador, Vicente del Bosque, levantando el trofeo y diciendo: ¡Viva España!... ¡y viva mi padre!, que me quiere mucho. ¡Qué bonicooooooooooooooooooooo!...
Para la eternidad queda lo que ha logrado esta generación de futbolistas, bendita en muchos aspectos, y que se resume en que frente a la brutalidad, ganó la deportividad... ganó el espíritu de equipo, por ende la unión. Y como nunca te acostarás sin haber aprendido algo más, quizás, para mí, la enseñanza más importante se resume en que... comenzaron el mundial perdiendo y acabaron ganando la copa. Un motivo más para recordar que, en cualquier ámbito, no hay que tirar nunca la toalla aunque todo se dé por perdido en algún momento del camino...
¡Hasta el "Empire State" quiso celebrarlo!...
A propósito... adivine el respetable cuál es el color de moda ;-)
Hasta hace bien poco sentía en mis carnes y alma como propio algo con lo que Amin Maalouf comienza su novela “León el Africano”: “Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía”. No entendía de fronteras, de naciones, de países...
Me viene que ni pintado referirlo de nuevo por varias razones que en la actualidad hilan por sí solas en cada rincón de la piel de toro, aunque las intentaré reforzar con alguna que otra puntada de factura propia.
Si a esa declaración inicial le unimos mi melena de gran felino y fecha de nacimiento agostera… ¡también soy una leona africana… GRRRRRRRRRR! O era, era... a tenor de lo sucedido. Y precisamente en Africa se encuentra el origen de que yo, que siempre fui apátrida, ahora… ahora haya sido absorbida por esa energía que amenzante ya asomó hace un par de años, pero que entonces apenas me rozó y la esquivé rotundamente de mí misma con toda mi mismidad, mismamente.
Todo comenzó el miércoles 7 de junio, a las 20:30h. Nada hacía sospechar que encendería la televisión y por primera vez en mi vida… ¡vería un partido de fútbol completo! Bueno… en honor a la verdad, debo confesar que el primer tiempo me ausenté diez minutejos para darme una ducha, pero... minutillos arriba, minutillos abajo… cuela como un partido entero, ¿no?
A medida que la cosa avanzaba notaba como una fuerza invisible crecía poco a poco en el exterior, invadiéndolo todo, hasta introducirse en mi interior. De repente… ¡¡¡GOL-GOL-GOL-GOL-GOOOOOOLLLLL de Españaaaaaaaaa!!! Entonces, con toda mi africanidad alborotada, me levanté y comencé a saltar como masai a la par que en voz algo más que alta (a grito pelao’ no, que me agobian los chillidos) toda una suerte de piropos tales como: ¡Guapoooooo… eso si que es tener cabezaaaaaa!... ¡Un monumento a la mare que os parióóóóóó!... hasta un pase de Verónica les hice... ¡oooooolé! (figurativo él claro).
En efecto el rojo llegó, ejem… “la roja” llegó arrastrándome al abismo más indescriptible. ¡Hasta tengo un héroe y todo!... algo impensable para quien no profesaba la mitomanía. Se llama Carles Puyol. Y no… el motivo de mi en adelante admiración no es ese gol jabato que marcó al más puro estilo Tarzán. Fundamentalmente tiene que ver con la humildad que se gasta y un saber estar del que dio muestra acabado el partido, que incluso entre abrazo y abrazo con los de su equipo iba saludando a los alemanes, comprendiendo su sentir de derrota, solidarizándose con ellos, todo abatidos… ¡qué bonicooooooooooooooooooooooo…! Además… su gesta no queda en el campo de batalla, digo de juego. En el vestuario tuvo enfrentarse a la Reina de España vestido sólo con una toalla. ¡Ops… pillado in fraganti! A ver si el mayor republicano del planeta se iría de rositas tras semejante experiencia, ¡ains!
En realidad… qué bonico Puyol, qué bonicos sus compañeros de equipo, qué bonico el seleccionador (un. c-a-b-a-ll-e-r-o), que bonicos los que están en segundo plano (médicos, fisioterapeutas, jefa de prensa, etc)… por supuesto qué bonicos los oponentes, tan “limpios” en su juego como los de casa… y qué bonico hasta el árbitro, oigan.
Todo indicaba… ¡CHAN-CHAANNNNN!... que había sido atrapada ¡CHAN-CHAAANN! por el lado oscuro de la Fuerza. Lo que definitivamente me lo confirmó fue que a la mañana siguiente, en el trabajo, un compañero de otro centro con el que he coincidido en varias ocasiones y me llevo bien pero tampoco hay amistad, llamó por teléfono y prácticamente a título de saludo le dije: ¡VIVA ESPAÑA! Ejem, para ser exactos y por aquello del acento andaluz fue tal que así: ¡VIVA ESSGGHHPAÑA! Ergo... ¿ex-africana? Va a ser que sí. :-)
De manera que si efectivamente la Selección Española ha cambiado la historia de nuestro país, lo que verdaderamente es un hito histórico para la humanidad es que: ¡Soy futbolera hasta la médula!... A ver, que no cunda el pánico, que mantengo la esperanza de que pronto retornaré a mi condición de aspirante a caballero Jedi. ¿O es dama? :-D…
De modo que no tema el respetable ya que probablemente acabaré regresando en breve a la corriente luminosa, pero mientras permanezca en el lado oscuro de la Fuerza pueden llamarme, si lo desean…
No entiendo… que en el folleto de ¡Superofertas! de una gran superficie comercial se publiciten productos cuyo precio habitual es más barato que estando en oferta (¡opssss!... ¿entonces el descuento...mera hipótesis?).
No entiendo... que en una pareja, padres de un pequeñeco, él llame a su compañera “mami” y ella llame a su complementario “papi”. Por supuesto en público y a veces a grito pelao' (¡einnnn!)
No entiendo... que en la próxima factura de luz, teléfono, gas... se nos cobre un IVA retroactivo cuando el consumo corresponde a meses anteriores (¡maldición, rayos y centellas!).
No entiendo... que se estacione (sin doble intermitencia en el vehículo pero ¡con un par!... de lo otro en uno-a mismo-a) en las rotondas (generalmente pa' recoger a un compañero de trabajo). Es más... no entiendo la existencia de las rotondas. Sí su teoría... no su práctica (¿elemento de tortura de nueva generación?).
No entiendo... que el primer día de rebajas (y en el segundo, y el tercero, y el cuarto...) las tiendas de ropa tengan secciones con cartelitos que rezan: “Nueva colección” (¿cómo pué ser?).
No entiendo… que multen por coger un manojo de hierbas a un pastor que lleva toda su existencia (ya anciana) viviendo en el Parque Natural de Cabo de Gata , y que el Ministerio de Ciencia e Innovación subvencione a unos investigadores para que estudien si su suelo sirve como albergue de residuos radioactivos (¡amos queeeeee…!).
No entiendo... que haya comercios que lleven varios años liquidando por cierre (¿tanto se tarda?).
No entiendo... que la clave decisiva para poner en marcha el aire acondicionado o calefacción sea el mes que aparece en el calendario y no la escucha del propio cuerpo (¡que habla, ya lo creo que parlotea!... y generalmente lo hace según la climatología real, no la que debiera tocar). Entiendo menos a quienes deciden, tanto la conexión-desconexión como la temperatura, sin considerar que otros seres -humanos en este caso- están presentes (¿dónde fue a parar aquello del mayor beneficio con el menor perjuicio atendiendo a lo "común"?, ¡ains!)
No entiendo… ¡que de pequeña me gustase Boooondddd, James Bond!... y lo más grave es que… ¡mucho! (aunque, y por evitar un trauma mayor, quizás sucediera -o sucediese- que padecí un trastorno mental transitorio).
A ver... no digo que estos apuntes no sean de base comprensibles, sino que yo... no los comprendo. Si alguien me los explicase igual....
Y por no entender, hoy casi ni entiendo... que no entienda.
Continuará, me temo, y hasta puede que el respetable se anime a adjuntar alguno de sus... "no entiendo".
Una de las cosas que más me gusta cuando voy de excursión es aventurarme en ruinas con las que te encuentras por sorpresa. Hace aproximadamente una década, recuerdo como glorioso un momento en el que descubrimos todo un poblado formado por unas doscientas casas (con colegio incluso), que fue abandonado totalmente a final de los años 60-70, y que en general se conservaba en muy buen estado. Construcciones de piedra con techos de pizarra... alacenas, algunos muebles y menaje que aún permanecían en ellas... los corrales unidos pared con pared a las viviendas... Sito en la cima de una montaña de la provincia cuya altura no sé con exactitud, pero calculo no excederá en mucho los 1.500m. La única manera de llegar era a través de un sendero, de no más de un metro de ancho lo cual me hacía admirar doblemente a sus pobladores, pues aquel camino no hacía sino añadir dificultad a una existencia dura de por sí.
En exploraciones de este tipo, con el alma vestida a lo Indiana Jones, me fascinan particularmente las vidas que en paralelo me invento sobre la marcha. Como soy muy peliculera... hasta a los habitantes veía, je. Y si era menester... fantasmas... ¡uuuuhhhhhhhuuuuhh! Muertos digo, que vivos los hay por doquier e incluso es probable que hasta a mí alguien me considere como tal. Es lo que tiene ser consciente de que no se puede gustar a todo el mundo. O todo el tiempo a quien agrademos de forma habitual.
Después de este "irme por los cerros de Almerialópolis", que no Ubeda, entro en materia. Como quiera que todo tiene su lado bueno, veamos qué de aprovechable tiene mi centro de trabajo.
Lo primero es lo primero: fichar. Que a pesar de que el edificio data casi del pleistoceno tiene reloj-controla-personal-cumpliendo-su-jornada-laboral. Faltaría más...
A continuación, dependiendo de la época, disfruto amaneceres que quitan el sentío... porque precisamente lo dan. Don Mar... no demasiado lejos, se encuentra tras las copas de los árboles...
La escalera, con su doblez, me hace sentir Escarlata O'hara (o similar) en su mejor momento prácticamente cada vez que la bajo...
También, en contrapartida, y como los peldaños se estrechan en el interior de la curva que forma, se te puede ir el pie y pegarte una leche del copón. Mismamente lo que me ocurrió la semana pasada. En mi caso (¡por suerte!) se trató de resbalón en vez de un potencial desnucado (¡gracias!), y el accidente se redujo a que mis posaderas fueron rebotando escalón a escalón, como si de piernas se tratasen. Le debo la vida a mis muñecas, que hicieron perfectamente la función de "garfios" a medida que me desplazaba y evitaron un mal mayor. Aunque dolió... ¡ya lo creo!...
Como soy una antigua pa' según qué cosas, los suelos me parecen preciosííííííísimos...
Y vaya, en lo que otrora fue un aula, encontramos una pizarra de las de antes. ¡Con tiza y todo!...
Recojo para el momento didáctico un póster entomológico, que quita su mala fama a ciertas criaturas y se la otorga buena...
Como dedicatoria especial a alguien a quien no será necesario nombrar, ejem, ejem, encuadro a una de las criaturillas. Tan sólo le hago hincapié en que, según la leyenda, "si se la conoce, contará con una valiosa aliada", je...
Otra de las cosas buenas del laborratorio(gentileza del genio por excelencia en imprecisiones) en materia de seguridad es que los trabajadores podremos morir congelados, o incluso quemados, pero sólo por dentro porque además de extintores varios -siendo uno de ellos especial para productos químicos- también contamos con una...
¿Una sola?... Pues va a ser que sí.
Aquí llega el toque sentimental de la entrada. Cuando mi compañera-amiga Milagrito se marchó, me dejó a su planta verde que la quiero verde, la cual, en su honor, se llama Milagrito-2. Había pensado en Milagrito Junior, pero no le gustó... le parecía ambiguo. Y con pájaro del alma, o mariposa incorporada, qué detalle...
Frente a mi espacio hay una terraza con una puerta estupenda, que queda genial en plan "contraluz". Claro, la susodicha está cerrada a cal y canto pues no es recomendable pisar su suelo; por lo que pudiera, o pudiese, ocurrir.
Excepcionalmente algún temerario se asoma. Y puede ocurrir que de repente se otee algo en lo alto... ¡Un momento!... ¿qué es eso que se ve?... ¿Superleve en acción?... ¿un burro volando?... ¡No!... ¡Es un avión! Como quiera que el aeropuerto está muy próximo y aquí el tráfico aéreo es escaso, está muy bien que de vez en cuando un pájaro de acero te sobrevuele más o menos cerca. En ocasiones muy, muy cerca. Al no tratarse de "Barajas" o "El Prat", me puedo permitir el lujo de disfrutarlo y olvidarme de ruido, leyes físicas y aerodinámicas. Con lo cual, que un bicho de taytantas toneladas de peso se sostenga en el aire y además vuele, resulta a la postre... ¡magia potagia!...
Otro contraluz de un ventanal magnífico que forma parte de un despacho (inutilizado, of course) con muchas posibilidades, pero de momento ninguna realidad...
El hombre invisible frente a la mujer invisible... O el policía en plena época de ley seca interrogando a un secuaz de Al Capone (quién sabe si al propio gánster)... No sé, me gustó esta imagen "años 50" y de algún modo la tengo que explicar :-)...
Ya fuera la selva nos muestra a un tigre de Bengala que suele merodear por allí... Ejem, a un gato quiero decir...
Un pariente del tigre de la imagen previa que tuvo un ataque de sed y la sació vía Spa...
Y... ¿acaso en cualquier edificio idóneo como mansión para la familia Adams, faltaría la buhardilla... ese lugar tras cuya puerta probablemente se esconde el mismísimo mal?...
¿A que impone? Sobre todo de noche, ¡glubs! De camino a ella hay un coqueto, por chiquito, tragaluz...
El ángulo de la escalera, con su estrechez, contribuye a la claustrofobia propia de una escena de cualquier película de terror, pero me gusta...
¡Ops... un fantasma! Digo una levefantasma... De ahí que aparezca translúcida (y yo que siempre odié este tipo de fotografías-espejo... Si es que por la boca muere el pez... y las sirenas, por supuesto :-P)...
Tras haber hecho el bobito y/o desvariar hoy en estos lares (¿más de lo habitual?, je) porque hace un caló que no se pué aguantá y no hay aire sino fuego, rogando clemencia, aprovecho parte del mobiliario expuesto para dejar al respetable un...
Y llegada a este punto sólo me queda decir... adióóóóóóóósssssss...