lunes, 8 de febrero de 2010

Hoy llovió

Sí, allá arriba el cielo se cerró y aquí abajo, en la ciudad, se abrieron los paraguas y yo recordé una historia...


.
Los encantadores títulos de crédito iniciales, insertados en el suelo de adoquines a través de un elegante movimiento de la cámara que rueda en perspectiva cenital, anuncian que la emoción desbordará al espectador, como lo hacen las gotas que se derraman desde las nubes sobre el pavimento...


.
.
Genevieve y Guy comienzan a amarse en la ciudad de Cherburgo, pero la inmediata partida de él hacia Argelia por un periodo de dos años para cumplir el servicio militar, frustra la vivencia plena de ese, aún joven, sentimiento compartido. Se creen morir por la separación... se hacen promesas de amor eterno que finalmente no son cumplidas pues Genevieve, embarazada de Guy y presionada por su madre que se oponía a la relación con Guy por su pobreza, acaba casándose con un pretendiente adinerado. La vida que soñaron, que desearon juntos... jamás será...
.

.
.
“Les paraplues de Cherbourg” no es un musical al uso pues se trata de una película cantada en su totalidad. La intensidad de sus colores, que en ocasiones parecen cuadros, la fatalidad del destino, el dolor del desgarrador desengaño que se produce en un primer amor fallido, la perfecta música de Michel Legrand, el buen hacer del director... la situaron en la cúspide del cine romántico. Y allí permanece.

Al recordarla, porque el cielo lloraba hoy en esta tierra, ya no he podido desprenderme de su melodía central...
.


.
Y ha seguido lloviendo, tan apoteósicamente, que ni siquiera el ritmo oriental de la clase de danza me ha liberado del embrujo de las gotas de agua, sin poder dejar de silbarla, de tararearla...



.
Sí... cuando el cielo oscuro se cierra... los claros paraguas se abren. Y siempre que llueve, aquí, en Almerialópolis... en mí... ¡es fiesta!
.
.

2 comentarios:

  1. ¿ Unas ganas de atreverse aunque mal a plagiar al gran Cortázar ?

    No, es la magia de este mundo maravillosa y justamente caramelizado donde reina una Levemusa disfrazada de sirenita la que permite leer los versos invisibles del poema de Borges. Sí, sí … Mira, aquí está …

    “la que suspira empapando levemente el alma de los demás”

    Ya sé que me repito peeeeero

    ¡QUÉ BUENO ES LEERTE!

    ¡ What a glorious feelin' !

    Escucha, él también está de acuerdo conmigo:
    http://www.youtube.com/watch?v=rmCpOKtN8ME

    Bisous
    Marie

    ResponderEliminar
  2. ¡Ops... lo que dice ese nuevo verso!... ¡Ops... la sonrisa que Marie me ha dibujado de oreja a oreja al regalarme una de las más refrescantes y eternas escenas del cine musical!... ¡Ops... qué bueno es leerte después de haberme leído!

    Con permiso... i’m siiiingiiinnng in the raaaainnnn, just singinnnn’in the raaaiiiinnn, what a gloooriouuuusss feeeliiiing i’m happy agaaaainnnnn. I’m laughiiing at clouuuds, so daaaaark up aboooove, the sun's in my heeeeaaaart
    and I'm reaaaady for looooveee... ta-ri-ra-raaaa-ri-raaaa...

    ¡Graciassssssss!

    ResponderEliminar

Algo me dirás... ¿no? ;-)

:) :-) :)) =)) :( :-( :(( :d :-d @-) :p :o :>) (o) [-( :-? (p) :-s (m) 8-) :-t :-b b-( :-# =p~ :-$ (b) (f) x-) (k) (h) (c) cheer