El almuerzo se va preparando. Hoy antojo de menú infantil, de hecho mi plato preferido en aquellos tiempos eran las patatas fritas y huevo ídem, lo cual creaba cierto conflicto con mi madre cuando íbamos a algún restaurante, que era un domingo sí y el otro casi que también:
. A ver... ¿tú qué quieres?
. Patatas fritas con huevo.
. Niña pide otra cosa que eso lo tomas en casa. Come algo más elaborado... algo diferente.
. Prefiero patatas fritas con huevo.
. ¿Y por qué no tomas un filete, que apenas pruebas la carne?
. Porque quiero patatas fritas con huevo.
. ¡Mira que eres rebelde!
. Vale, pero sigo queriendo patatas fritas con huevo.
Pues eso, mis hermanos todos carnívoros pero yo... fue (y sigue siendo) que no. Para mí los nervios eran plásticos así que comentado este matiz dicho está dicho todo.
A estas alturas y bajuras de mi vida suelo comer muy sano, sobre todo porque mi organismo lo reclama, y donde se ponga el verde que le quiero verde o un pucherito de legumbres... me asientan el cuerpo que pa' qué. Pero de vez en cuando una excepción, retirados excesos de aceite (de oliva por supuesto) sienta incluso bien o requetebien, a escoger.
¡Ah!, el gazpacho que no falte, que es época y además sale rico, rico, riiiiicoooo.
Acompañando también con un tinto y queso, presente en la dieta diaria ya que salió ratona-ratona quien suscribe.
Y de postre... fruta fresca que viene magníficamente con este caló’.
¿Cosas que hacen que la vida valga la pena? Rescatar platos sabrosos, descubrir nuevos... la buena comida, particularmente compartida con gente querida.
La sartén está al fuego de modo que sólo queda lanzar un: bon appétit!
. A ver... ¿tú qué quieres?
. Patatas fritas con huevo.
. Niña pide otra cosa que eso lo tomas en casa. Come algo más elaborado... algo diferente.
. Prefiero patatas fritas con huevo.
. ¿Y por qué no tomas un filete, que apenas pruebas la carne?
. Porque quiero patatas fritas con huevo.
. ¡Mira que eres rebelde!
. Vale, pero sigo queriendo patatas fritas con huevo.
Pues eso, mis hermanos todos carnívoros pero yo... fue (y sigue siendo) que no. Para mí los nervios eran plásticos así que comentado este matiz dicho está dicho todo.
A estas alturas y bajuras de mi vida suelo comer muy sano, sobre todo porque mi organismo lo reclama, y donde se ponga el verde que le quiero verde o un pucherito de legumbres... me asientan el cuerpo que pa' qué. Pero de vez en cuando una excepción, retirados excesos de aceite (de oliva por supuesto) sienta incluso bien o requetebien, a escoger.
¡Ah!, el gazpacho que no falte, que es época y además sale rico, rico, riiiiicoooo.
Acompañando también con un tinto y queso, presente en la dieta diaria ya que salió ratona-ratona quien suscribe.
Y de postre... fruta fresca que viene magníficamente con este caló’.
¿Cosas que hacen que la vida valga la pena? Rescatar platos sabrosos, descubrir nuevos... la buena comida, particularmente compartida con gente querida.
La sartén está al fuego de modo que sólo queda lanzar un: bon appétit!
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halaaaaaaa, ¡¡pero qué peaso banquete!!, ¡¡cómo te cuidas malandrina!!.. serás rebelde, pero tienes causa, jeje.
ResponderEliminarA veces hago huevos fritos con patatas cuando viene gente a casa a comer, porque es un plato sencillo pero matón que a todo el mundo le gusta. Además, me salen muy bien (Leve: "es que si te salen mal es pa matarte")
El gazpacho también me gusta mucho, pero nunca lo he hecho.. mi padre lo "trabaja" en verano, tengo que pedirle un día la receta.. pero creo que no tiene ninguna, lo hace al tun-tun. Tú no me soplarías la tuya, ¿verdad?
Y lo quesos al final de la comida tampoco quedan nada mal..
Pues no diría eso Leve... ¡que freír (bien) un huevo no es tan fácil como la gente cree!... Por cierto qué antojo me está dando justo ahorita.
ResponderEliminarTe invito a otro menú...
http://leves-maravillas.blogspot.com/2008/09/bon-apptit.html