sábado, 2 de agosto de 2008

Epístola a la que nunca vio claro lo del clero

Destinataria: Gloria
Dirección: Nube derecha, algodón 3º.
Población: Paraíso.
País: Séptimo cielo.

Querida Gloria, dos puntos ..

Te cuento que milagrosamente he sobrevivido. Digo milagrosamente porque esta mañana el termómetro marcaba a las 11:00 h. 37 º. Aún así he regresado de la calle sana y salva, aunque sospecho que pesando un kilo menos, o dos, como consecuencia del líquido perdido en el camino. ¡Y con lo que me cuesta sudar! Pero es que lo de hoy no es verano... ¡es el infierno!

De modo que he llegado a casa y he decidido no salir más de ella... hasta mañana ¡eh!, no vayas a pensar que me quedaré aquí por los siglos de los siglos, amén. En vista del panorama decidí dedicar la tarde a ser costurera porque tengo que arreglarme algunas prendas (cosas del reciclaje textil... y de que estoy jartica de tener que coser todo lo que compre, ¡joer!, sin “d”, que me gusta más), pero de pensar colocarme sobre las piernas tela con estas temperaturas... ¡uuuffffff¡ me deshidrataba la sola idea.

Entonces, con la típica torta de aturdimiento a cuestas, han surgido sobre la marcha los planes B y C: o duermo una siesta –que no la suelo dormir- o veo una película.

La primera opción no me parecía válida porque con este calor iba a dormir Rita la cantaora. En cuanto a la segunda posibilidad... como estaba cansada para ver una película que me interese, tenía que ser una de las que pusieran en televisión, de esas que se dejan ver sin prestar mucha atención. Elegí peli, pero en horizontal (es que hace ya un tiempo que la tele la veo o tumbada en la cama, o en el sofá... que sentada no aguanto y me voy a otra cosa, mariposa. A veces pienso que en realidad busco que me sirva de nana, ya que por lo general es estupenda como tal pues me deja frita en un plis-plas). La cosa es que no me convencía nada de lo que proyectaban así que he pasado un rato haciendo zapping, tiempo en el que tampoco como nana surtía efecto.

En ese momento, ya sin planes, me he levantado, he ido a una estantería y te he cogido, Gloria. Y te he leído. Es raro, raro, raro que lea en la cama pero te he cogido y te he leído acostada en ella. Y he comprobado que el libro que te contiene está –como la mayoría de los que conmigo viven- con esquinas de páginas dobladas por arriba... por abajo, y subrayado aquí, y con aquel título marcado allá... y me he sorprendido pues casi sin darme cuenta he hecho algo que creo es nuevo en mí: dibujar en los libros, además... tumbada. Hablo de dibujos elementales, elementalísimos, que envuelven a las palabras que los provocan... al menos así lo estoy interpretando por lo que veo. Ya ves ... al parecer inauguras una nueva costumbre en mí. Posiblemente más de uno me diría que tendría que dejar inmaculados los libros, para otros, pero... ¿pa’ qué los quiero si no los puedo vivir como los siento? Pues eso.
.


Y decido que te tengo que llevar... traer a mi "bitácora". Es más, decido que te voy a traer a menudo porque tu tierna a la par que divertida y sabia palabra merece estar con frecuencia en el país de las maravillas. Así que una etiqueta rezará con fuerza sobre la Fuertes. Y la inicio con un poema que me ha hecho sonreír. O mejor dicho la continúo ya que tus palomas acaban de sobrevolar este cielo. El segundo poema en cuestión ha sido todo un descubrimiento que me explica –en cierto modo- por qué me gustas tanto: ¡a ti también casi te excomulga una monja!... ejem, plural en tu caso. Y claro... aquello de la afinidad acaba hermanando, acercando... gustando.

AUTOBIO

“Pronto me di cuenta
que era una errata eso
de que los niños venían de París.
A los seis años cambié la ese por erre.
Los niños vienen de Parir
-escribí en la pizarra de las monjas-.
Y me echaron.”

Y que me perdone Neruda pero no me marcharé sin decirte que... me gustas cuando hablas porque estás como presente, y te oigo desde cerca, y tu voz si me toca.

Con tu permiso me retiro a darme otra ducha. Hasta siempre hermosa, humorosa, amorosa, cotidiana dama, fue un placer encontrarte y más aún reencontrarte. Inmensa en tu poesía adulta. Chiquita en tu poesía infantil. ¿De que otro modo sino a su altura alcanzarías a los niños?

Que en gloria estés, Gloria.

Pd. ¡Cachissssssssssss!, ahora que miro con detenimiento veo que me salieron con más pinta de golondrinas que de palomas. Bueno, no problem, también son aves y cuela.

Pd.2. Me encantas en esta imagen. Sales muy... muy tú.

2 comentarios:

  1. Hola Leve...

    Mira... tengo un amigo y compañero de trabajo (cosa que no suele ser tan habitual) que no tiene un blog... pero periódicamente nos apasa a determianadas personas unos sobre enormes con textos, poemas, recortes de noticias, chistes gráficos, etc...
    Tipo folio-blog... es decir, fotografía y texto...
    todo "material enriquecedor"... un verdadero lujo.
    Además de libros, cd´s... regalos... todos los agraciados nos consideramos unos privilegiados de recibir tanto...

    El caso es que uno de sus "temas recurrentes" es Gloria Fuertes...

    Y justo después de leerte veo que en su último sobre y bajo la fotografía de un pastor...

    Era un pastor tan sordo
    tan sordo
    que tenía un rebaño
    de orejas

    Gloria Fuertes

    ¡Genial!

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  2. ¡Menudo amigo-compañero! ... ¡Qué suertudo eres! (sois los que gozáis sus dádivas). Pero ya lo sabéis ... ¡bien!

    En efecto ... se coge uno de sus libros-lámpara, se frota y ¡chof!, aparece la genia Gloria. No concede deseos, pero a menudo con unas poquitas palabras te lleva a lugares donde piensas es posible se realicen.

    Ni que decir tiene que Gloria es una gloria de mujer.

    Gracias por compartir al pastor con rebaño de orejas.

    Saludo ... casi derretido.

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