Después de una mañana de mucha actividad deportiva he llegado a casa, me he duchado, he comido y me he dicho: “Momento perfecto para ver una de esas tropecientas películas que tienes pendientes”. Pero a la vista de la hora que era, de lo relajada que me encontraba y de que, al igual que el resto de la semana, he supermadrugado me he redicho: “Es probable que te quedes un poquito-bastante ZzzzZZzzZzzzzZzzZZz, de manera que mejor ves, o medio ves, una de esas que pongan en televisión; a unas malas... te sirve de nana.
La he encendido y me he topado con “City of angels”. Los ángeles siempre me han gustado porque son seres mágicos. ¿Realmente existirán?... Algunos dicen que cada uno tenemos un ángel de la guarda que vela por nuestro bienestar. Puede ser cierto y puede que no. No hay que pensar demasiado sobre si son o no son pues no hallaremos la respuesta. Tampoco sé si creo en ellos; sólo sé que me gustan, sean o no sean. Y de algo sí estoy segura: cada humano, sin excepción, lleva dentro un ángel... y un demonio, ya que todos somos potencialmente todo. Luego sí... existen los ángeles.
El argumento de la historia gira en torno a un ángel que se enamora de una doctora que se encuentra en crisis por haber perdido a un paciente en la mesa de operaciones. Seth se hace visible para ella e inician una peculiar relación que les va acercando extraña y profundamente. Uno de los trabajos del ángel consiste en esperar a los pies de los moribundos para ayudarles en su tránsito al otro lado. Es un curioso de la vida del mundo que se cuestiona insistentemente qué es el sabor, qué el dolor, qué el tacto, qué la calidez... Siempre que recoge a un viajero le hace la misma pregunta: “¿Qué es lo que más te gustaba de la vida?” ... y apunta las respuestas en un cuaderno.
Ella está bien con Jordan pero le falta algo. En realidad todo... le falta amor. Una escena en particular me ha resultado muy reveladora:
. Maggie.- Jordan... estemos cinco minutos sin hacer nada, sólo mirándonos.
. Jordan.- ¿Mirándonos?, no te entiendo.
. Maggie.- Sí... ¿por qué siempre tenemos que hacer algo?... Estemos, nada más.
. Jordan.- Como quieras...
Pero cuando busca en el interior de esas particulares ventanas que son los ojos, no descubre lo que encuentra en la mirada de aquel singular desconocido y rompe a reír. Apenas si han estado un minuto realizando el experimento.
Desde que ángel y doctora se encontraron por primera vez, Seth no oculta su naturaleza aunque al principio no se define con claridad. Finalmente Maggie descubre la verdad y se rebela contra ella golpeando con ira a Seth. Tiene dificultad para aceptar que no puede tocar, besar, acariciar... sentir físicamente a aquel a quién en un estado de profunda confusión cree amar. Su mundo de coherencia se derrumba y sólo él puede determinar el futuro. En sus etéreas manos está escoger entre convertirse en humano o continuar siendo un ser incorpóreo. Libre albedrío en lenguaje celestial, libertad de elección en el nuestro.
Con la ayuda que le brinda la sabia a la par que terrenal experiencia de otro delicioso ángel que se humanizó, logra acabar con sus dudas y se decide por “saltar al vacío”, que es el modo que tienen de convertirse en seres humanos. La busca, la encuentra y ese sentimiento se hace carne. A partir de ese momento una poderosa fuerza invisible les une. Una parte de Seth queda en Maggie, una parte de Maggie queda en Set... y aunque no estén juntos, siempre se sienten el uno en el otro.
Estaban predestinados, son felices y tienen toda una vida por delante para vivirla. Pero... ella sufre un accidente y el sueño que no ha hecho más que comenzar se acaba. Cuando está a punto de marcharse para siempre, tienen una última y breve conversación:
. Maggie.- Hiciste un viaje tan largo... lo siento...
. Seth.- ¡No, oh Dios, no Maggie!... acariciarte... sentirte... poder tomar tu mano ahora... ¿Sabes lo que significa eso para mí?...¿sabes cuánto te amo?...
La he encendido y me he topado con “City of angels”. Los ángeles siempre me han gustado porque son seres mágicos. ¿Realmente existirán?... Algunos dicen que cada uno tenemos un ángel de la guarda que vela por nuestro bienestar. Puede ser cierto y puede que no. No hay que pensar demasiado sobre si son o no son pues no hallaremos la respuesta. Tampoco sé si creo en ellos; sólo sé que me gustan, sean o no sean. Y de algo sí estoy segura: cada humano, sin excepción, lleva dentro un ángel... y un demonio, ya que todos somos potencialmente todo. Luego sí... existen los ángeles.
El argumento de la historia gira en torno a un ángel que se enamora de una doctora que se encuentra en crisis por haber perdido a un paciente en la mesa de operaciones. Seth se hace visible para ella e inician una peculiar relación que les va acercando extraña y profundamente. Uno de los trabajos del ángel consiste en esperar a los pies de los moribundos para ayudarles en su tránsito al otro lado. Es un curioso de la vida del mundo que se cuestiona insistentemente qué es el sabor, qué el dolor, qué el tacto, qué la calidez... Siempre que recoge a un viajero le hace la misma pregunta: “¿Qué es lo que más te gustaba de la vida?” ... y apunta las respuestas en un cuaderno.
Ella está bien con Jordan pero le falta algo. En realidad todo... le falta amor. Una escena en particular me ha resultado muy reveladora:
. Maggie.- Jordan... estemos cinco minutos sin hacer nada, sólo mirándonos.
. Jordan.- ¿Mirándonos?, no te entiendo.
. Maggie.- Sí... ¿por qué siempre tenemos que hacer algo?... Estemos, nada más.
. Jordan.- Como quieras...
Pero cuando busca en el interior de esas particulares ventanas que son los ojos, no descubre lo que encuentra en la mirada de aquel singular desconocido y rompe a reír. Apenas si han estado un minuto realizando el experimento.
Desde que ángel y doctora se encontraron por primera vez, Seth no oculta su naturaleza aunque al principio no se define con claridad. Finalmente Maggie descubre la verdad y se rebela contra ella golpeando con ira a Seth. Tiene dificultad para aceptar que no puede tocar, besar, acariciar... sentir físicamente a aquel a quién en un estado de profunda confusión cree amar. Su mundo de coherencia se derrumba y sólo él puede determinar el futuro. En sus etéreas manos está escoger entre convertirse en humano o continuar siendo un ser incorpóreo. Libre albedrío en lenguaje celestial, libertad de elección en el nuestro.
Con la ayuda que le brinda la sabia a la par que terrenal experiencia de otro delicioso ángel que se humanizó, logra acabar con sus dudas y se decide por “saltar al vacío”, que es el modo que tienen de convertirse en seres humanos. La busca, la encuentra y ese sentimiento se hace carne. A partir de ese momento una poderosa fuerza invisible les une. Una parte de Seth queda en Maggie, una parte de Maggie queda en Set... y aunque no estén juntos, siempre se sienten el uno en el otro.
Estaban predestinados, son felices y tienen toda una vida por delante para vivirla. Pero... ella sufre un accidente y el sueño que no ha hecho más que comenzar se acaba. Cuando está a punto de marcharse para siempre, tienen una última y breve conversación:
. Maggie.- Hiciste un viaje tan largo... lo siento...
. Seth.- ¡No, oh Dios, no Maggie!... acariciarte... sentirte... poder tomar tu mano ahora... ¿Sabes lo que significa eso para mí?...¿sabes cuánto te amo?...
Un ángel amigo de Seth le visita después de la pérdida. Ya no puede verle pero si sentir su presencia:
. Seth.- Sé que estás ahí. ¿Me ha castigado por abandonarle?
. Angel.- No Seth... es la vida. Hay un momento para vivir y otro para morir. Dime ... ¿cómo es la calidez, compensa el sacrificio?
- Seth.- Por tocar una sola vez su cabello, por una sola caricia suya, por un solo beso ... por una sola vez merece la pena.
La película finaliza con el protagonista adentrándose en el mar y dejándose arrastrar por olas de agua clara ... ¡¡¡ sintiendo la vida !!!
A mi juicio no tiene un guión maravilloso e incluso los actores no me han acabado de convencer, sobre todo Nicolas Cage a quien siempre veo la misma expresión de... “despistado”; que en este caso queda muy bien para el papel que interpreta. La protagonista femenina es Meg Ryan. En general me gusta esta mujer. Parece una cría y tiene un aire delicioso de inocencia en sus facciones y gestos.
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Aún sin parecerme una gran película me siento muy bien después de haberla visto. Quizás porque hacía tiempo que no pensaba detenidamente en los ángeles y me ha servido de recordatorio. Influirá además que tiene un par de cosas magníficas: su excelente banda sonora y la estupenda fotografía. De hecho, una escena en concreto me ha parecido preciosa. La que viste el ritual cotidiano de esos etéreos seres cuando escuchan la música que ofrece el ocaso de sol en la playa: un tapiz de tonos fucsias, naranjas, violetas, ámbar ... que recibían a modo de alimento diario.
En definitiva... un remake muy “sui generis” de la maravillosa “El cielo sobre Berlín”. Sin ser una película de “las mías”, tiene su aquel de lo más encantador...
En definitiva... un remake muy “sui generis” de la maravillosa “El cielo sobre Berlín”. Sin ser una película de “las mías”, tiene su aquel de lo más encantador...
"Angel" - Sarah McLachlan.
B.S.O. "City of angels".
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No he visto la peli, pero se me ocurre que la chica podría volver como ángel, luego morirse el cara-besugo quedando ella otra vez como humana, luego volver el otro pájaro como ángel, y así sucesivamente... en un eterno retorno.
ResponderEliminarYo si que creo que existen los ángeles... sólo, que como otras cosas, pienso que hay mirar con ojos de niño. Olvidar ideas y definiciones previas. Fijarse bien alrededor y darte cuenta que hay cosas que hacen algunos seres, que por el amor que transmiten bien podrían llamarse ángeles... cuando alguien da desinteresadamente, ama sin razón a un aparente desconocido, te da la mano y te ayuda sin más... y cuando nos preguntamos ¿Por qué?... no será simplemente... por que es un ángel.
ResponderEliminarHe visto la película... y sí, sin ser gran cosa, tiene algo, se me quedó grabado lo de las escenas de todos los ángeles a la orilla del mar mirando el atardecer- amanecer...
Esteeee, Víctor, ¿has oído hablar de los finales felices?... ¿Odias al pobre carita de "bobito (¡mira que llamarle besugo!) y a su amore la doctora y quieres condenarles eternamente?... ¿Y el power of love... qué?
ResponderEliminarRecuérdame que no te contrate como guionista cuando vaya a rodar mi peli.
Sangón... es un modo de verlo. Esteeeee, ¿me dejarías una vueltecilla con tus ojos hoy por hoy? Te los devolvería niquelaos' y sin dioptría alguna.
ResponderEliminarNo me extraña que se te grabase la escena de los atardeceres. Como ya dije tiene una fotografía... ¡mmmmmmmmmmmmmmm...!
Los ojos no se, pero te dejo mi visión. Pero te recuerdo aquello de que lo esencial es invisible a los ojos...
ResponderEliminarLo esencial es invisible a los ojos del rostro... no a los del coraçao.
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