"La ignorancia es no saber nada y sentirse atraído por lo bueno. La inocencia es saberlo todo y seguir sintiéndose atraído por lo bueno".
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("Mujeres que corren con los lobos", Clarissa Pinkola Estés)
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Yo no entiendo casi nada y me muevo torpemente, pero el espacio es hermoso, silencioso, perfecto. Yo no entiendo casi nada, pero comparto el azul, el amarillo y el viento. La tarde avanza lentamente, y yo mirando quiero ver. (Eduardo Chillida)
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¿Por qué la inocencia es saberlo todo?
ResponderEliminar¿Acaso el inocente se libra de mitos y mentiras?
¿Y qué hacemos entonces con la experiencia? ¿Y con la realidad?
¿Y con la curiosidad?
Según lo veo yo ... la ignorancia es saber apenas nada pero creer que se sabe todo y sí, sentirse atraído prácticamente en exclusiva por lo bueno; incluso negando y/o eludiendo lo no tan bueno.
ResponderEliminarSegún lo sigo viendo ... la inocencia sabe bastante, que no “todo” pues “todo” sólo lo sabe ... nadie.
¿Qué hacemos con la experiencia? Seguir experimentándola ya que esencialmente es la que muestra-enseña los claroscuros de la realidad (y por ende vida) a la inocencia, haciéndola (sin que se percate siquiera) más sabia, más madura.
La curiosidad ... ¿mató al gato? Noooooooo, es precisamente por curiosidad que para la inocencia lo bueno continúa siendo imán, pese a los pesares que ya conoce ... y los que le queda por conocer.
Dicen por ahí que la ignorancia es muy atrevida. Digo por aquí que es atrevidííííííísima. Grado superlativo vaya.