O lazos que unen ... pero no atan.
O conjugando el verbo que los crea: yo te domestico, tú me domesticas, nosotros nos domesticamos ...
El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
- El tiempo que perdí por mi rosa ... -dijo el principito, a fin de acordarse.
- Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa ...
- Soy responsable de mi rosa ... -repitió el principito, a fin de acordarse ...
... es un gran misterio. Para vosotros que también amáis al principito, como para mí, nada en el universo sigue siendo igual si en alguna parte, no se sabe dónde, un cordero que no conocemos ha comido, sí o no, a una rosa ...
- Mirad al cielo. Preguntad: ¿el cordero, sí o no, ha comido a la flor? Y veréis como todo cambia ...
¡Y ninguna persona grande comprenderá jamás que tenga tanta importancia!
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Unicamente los niños saben lo que buscan...
ResponderEliminarEntonces habrá que recuperar el niño que un día fuimos, que en algún lugar de nuestro interior sigue existiendo ... y deseando ser reencontrado.
ResponderEliminaryo debería recuperar al adulto que tengo que ser... supongo.
ResponderEliminarSi hablas de "recuperar" significa que ya tienes al adulto en ti, de modo que será fácil su regreso. Por otra parte ... qué bien que predomine en ti el pequeño peque, a juzgar por tus palabras.
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