domingo, 17 de mayo de 2009

Allí... junto al agua

“Coser y cantar” arranca con una cita sobre la fotografía: “Un solo tema con incontables variaciones, como la vida misma” (Alfred Steiglitz, 1864-1946).
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Resulta perfecta para enhebrar el tema que me ocupará en las próximas líneas. Como muestra, otro "botón"...

(Alfred Steiglitz – Hands with thimble, 1920)

ejem, quiero decir, una aguja y un dedal.


He estado viendo la exposición fotográfica de Rafael Trobat, “Aquí, junto al agua. Nicaragua”. Proyecto que le ha llevado concluir dieciocho años, compuesto por... calculo a ojo de buena o mala cubera, entre setenta y ochenta imágenes de gran tamaño. Naturalmente en maravilloso blanco y negro. Incluso me atrevo a decir que muchas de ellas llevan una pátina de sepia sin serlo en realidad. Lo cierto es que se trata -o por ser exacta mis ojos lo ven así- de ese color no color, para mí indescriptible, que se sitúa en la frontera y que las convierte en intemporales.

(Tarde de Noviembre - San Jorge, 1993)

Es un recorrido por escenas cotidianas en un momento clave de la historia del país centroamericano: el fin de la Revolución Popular Sandinista y el comienzo de una etapa de transición, que el autor emplea como telón de fondo para retratar a su sociedad.

El título, uno de los posibles significados del nombre del país en lengua indígena “Náhuatl”, refiere la importancia del agua en la geografía, historia e identidad nicaragüenses y pone de manifiesto la voluntad del fotógrafo de ofrecer un relato desde dentro, limpiando la cámara de estereotipos.

(Solentiname - Isla Macarron, 1990)

Escenas de arraigado sentir religioso se mezclan con otras notablemente paganas que desafían y ante todo celebran la vida; al margen de conflictos bélicos y catástrofes naturales por los que el pueblo ha sido agredido continuamente. En concreto una me ha gustado por la paradoja e ironía que representa. En “La pasión”, aparecen un hombre y una mujer en primer plano cuyas bocas se buscan para besarse y tras ellos, en la pared de lo que parece ser una Iglesia, un gran cristo cuelga de la cruz. A eso lo llamo yo jugar con la cámara... y las posibilidades de la verdad.

(Las tres gracias - Masaya, 2006)

Algo que me ha llamado poderosamente la atención son los nombres de la mayoría de las fotografías, que lamentablemente no puedo aportar. Ahí van algunas muestras, bien por su denominación o por lo que en ellas se ve. O por ambos:

- “¿Quién causa tanta alegría?”. El fervor de un feligrés que alza gozoso los brazos al cielo, en un templo.
- “Laguna de perlas”. Una madre, en avanzado estado de gestación, está sentada en la puerta de su humilde cabaña y rodeada por tres hijos pequeños. La pobreza es lo que da la bienvenida al hogar.
- “El lustrador del mercado”. No es otro que un limpiabotas. ¡Qué elegante manera de llamarlo!
- “Madrugada en la sierrita”. Gente, de diferente edad, tras lo que parece una noche de fiesta, duerme amontonada en las calles.
- “El tiernito”. Recién nacido, con apenas unas horas de vida, en brazos del que se supone su padre, en un dormitorio-sala-baño... ¿todo en una estancia?... ¿casa?
- “Olas en la bahía”. Niños se bañan en la orilla en la que hay encallado un barco... ya fantasma por el paso del tiempo y la agresión del mar.
- “El almuerzo del ángel”. Una anciana acaba de dar de comer a una niña preciosa, vestida de ángel. Una de mis imágenes preferidas, junto a “La novia de Tola”, mujer “brumosa” casi fantasmagórica, aunque a la par hipnótica.
- “Confesiones”. En varias barracas contiguas y abiertas sacerdotes absuelven a... “pecadores”, sin intimidad alguna en el acto.
- “Los judíos”. Al menos diez hombres, con el rostro tapado y sombrero, arrastran con numerosas cadenas a otro tirado en el suelo.
- “El dormitorio”. En una habitación, tras lo que parece una riada o gran tormenta, el agua llega hasta la boca a una cría de unos doce años.

Y la más impactante para mí:

- “La vela”. Tres niñas que oscilan entre los seis y ocho años, están –literalmente- burlándose de la muerte pues ríen y apoyan sus codos en un féretro abierto donde - juraría es verdad de la verdadera- el señor que se ve es un reciente difunto. Resulta cuando menos chocante que se viva la muerte con semejante naturalidad. Seguramente debiéramos aprender al respecto.
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(El paso - San Jorge 2003)

Y como se lee en un panel que presenta la exposición: “En esencia sus fotografías aspiran a trascender los escenarios y temáticas locales. Para Rafael Trobat el tema subyacente en toda su obra es la vida, tomando el mundo como escenario y al ser humano como protagonista”.

(El abrazo de los huelepegas - Managua, 1996)

Hay algo inquietante en las miradas de los nicaragüenses... están impregnadas de una poderosa personalidad, desde el más pequeño al más anciano. Son oscuras, lejanas, profundas, como el abismo marino. Asomarse a ellas provoca un deseo de sumergirse en su oscuridad... glub, glub, glub... Ramón Trobat tuvo ocasión de hacerlo de cerca. Ahora, el resto podemos hacerlo desde la distancia. La exposición se ha inaugurado en esta ciudad pero supongo comenzará a girar en breve. ¡Recomiéndola! ya que me ha dejado un gran... “sabor de ojos”; y de alma por supuesto.

Tan sólo me queda aplaudir al fotógrafo pues ciertamente, tal como le definen, es un humanista a juzgar por lo que capta su cámara, que en general huye de efectismos y se ajusta al rigor de la forma que tienen los personajes anónimos que va encontrando su objetivo. Plas, plas, plas... por su buen hacer... por su mirar, que sabe ver.

(El es mi guía - Telica, 1998)

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4 comentarios:

  1. Quien causa tanta alegría? Y la respuesta: la conepción de María, 8 de diciembre de todos los años en Nicaragua, se celebra, se brinda en ese día dulces, golosinas, alimentos, regalos, etc a toda la gente que llegue gritar a todo pulmón esa pregunta, por lo menos en cada cuadra a cada lado hay 5 o 6 altares a la virgen María, en cada manzana, en cada barrio, en cada pueblo, en cada municipio, en toda Nicaragua.

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  2. cardiologiahermesleonel@hotmail.com18/2/12 12:55 a. m.

    Laguna de perlas es un sitio en Nicaragua, en realidad Pearl Lagoon, es que en la costa del pacífico se habla español, en la costa del atlántico se habla inglés, herencia de la corona inglesa y sus piratas que ocuparon ese vasto territorio. En Nicaragua por lo tanto orgullosamente hablamos inglés y español, además de la lengua autóctona miskitus, y la nueva lengua de señas creadas por sordomudos nicaragüenses única en su género en el mundo. A todos los lustradores allá en mi tierra de lagos y volcanes les llamamos lustradores, ahora tienen sus kioscos en los mercados y en los parques de cada ciudad. La madrugada en la sierrita se refiere a la celebración de Santo Domingo de Guzmán venerado tanto en la iglesia católica como la anglicana, en españa se venera el 8 de agosto. Ah, en Nicaragua además de la Iglesia católica, evangélica y bautista está la anglicana, la morava y unos cuantos budistas. Hay un cuento gracioso de la Novia de Tola que la dejan abandonada en el altar, se suicida y se vuelve un espanto. Igual que en la semana santa de españa se celebra la Judea, de ahí lo de los judíos, no es ser antisemita ni nada por el estilo, aclaro. Y sí una vela no es ni como en México ni como en España que llegan solo los familiares cercanos, es toda la familia y vecinos, se vuelve una oportunidad de ver a los demás familiares, de sentirlos acariciarlos, hacer fiesta en una vela, (aunque por dentro se sufra), la muerte es el más hermoso pasaje de esta vida de la cual se sabe que existe pero nada más, por eso como buenos creyentes sabemos que el día del fín del mundo, (de nuestro mundo) estaremos en la casa de nuestro Señor.

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  3. ¡Muchas gracias por las explicaciones!... No en vano se dice: "Nunca te acostarás sin saber una cosa más" :-)

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  4. A tus órdenes, o a vuestras órdenes, desde Nicaragua... Hermes Leonel.

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