Creo que la vida tiene una parte ineludible de rutina.
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Creo que si no se admite esta realidad difícilmente se sentirá bienestar.
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Creo que intentar llenar todos los segundos del reloj con actividades y/o personas “nuevas”, no conduce sino a una especie de adicción en la que nunca habrá suficiente.
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Creo que, permanentemente, no se puede “innovar” (distinto es seguir aprendiendo... o reaprender sobre lo aprendido).
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Creo que pensar que es posible eludir absolutamente la monotonía es un signo de inmadurez.
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Creo que, del mismo modo, las relaciones... sean familiares, de amistad, de pareja... conllevan cierto grado de rutina que en determinados momentos se expresará manifiestamente. Y superarlos o no, aceptar que forman parte de nuestra humanidad, aprender no a sortearlos sino a convivir con ellos sabiendo que de base son cíclicos y, llegado el caso, no permitiendo que su crecimiento se expanda hasta invadir los territorios comunes de modo continuo... es lo que puede marcar la diferencia entre la disolución y la continuidad de la relación.
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Sí, con acierto o desacierto... creo lo que creo.
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:)
:-)
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:(
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@-)
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:-?
(p)
:-s
(m)
8-)
:-t
:-b
b-(
:-#
=p~
:-$
(b)
(f)
x-)
(k)
(h)
(c)
cheer
Entonces... creo, que siempre seré inmaduro.
ResponderEliminarCreo que no se trata de llenar todos los segundos con actividades nuevas, sino que todo lo que haces en cada segundo de tu vida te llene.
Creo que la rutina es un poco de muerte en vida, una pérdida de tiempo, tiempo que se puede utilizar para intentar sacar la esencia a cada instante que vivimos. Sólo así, pienso, se vive de verdad y conservas a tu lado las relaciones que realmente estan, por que realmente existen, y desaparecerán otras que de nada sirve mantener artificialmente, tal vez, por que su camino no coincida con el tuyo en ese momento.
Pero eso, es sólo como yo lo veo.
” Si te acostumbras a poner límites a lo que haces, físicamente o a cualquier otro nivel, se proyectará al resto de tu vida. Se propagará en tu trabajo, en tu moral, en tu ser en general. No hay límites. Hay fases, pero no debes quedarte estancado en ellas, hay que sobrepasarlas...El hombre debe constantemente superar sus niveles.”
BRUCE LEE
Tuve una conversación con una amiga jovencita que vive un amor con un chico que reside a 850 km, por lo que obviamente no pueden verse con frecuencia. Pero, a falta de la tan necesaria presencia y dejando al margen la fe que se tenga en las relaciones a distancia, si se pretende construir-mantener una, hay que mínimamente dedicarle un tiempo con los medios que hoy día la tecnología permite: teléfono, correo electrónico, messenger... Por lo que me contó entiendo que el muchacho -que en edad le supera una década- comenzó con muchas ganas, pero... aparentemente se le van yendo. En ella en cambio se incrementan habiendo recorrido los kilómetros que les separan en más ocasiones que él para pasar tiempo juntos, teniendo además la intención de irse el próximo año allí a estudiar con el claro propósito de que prosperen como pareja. Vamos... enamoraíta hasta las trancas y apostando todo lo que está en su mano.
ResponderEliminarElla necesita reciprocidad, sentir que lo que surgió crece o perdura en un lugar cálido... y le pide que al menos le envíe unas líneas cada día, aunque sólo sea para desearle un “buenas noches”. El, comienza a negárselas amparándose en que si hablan o mantienen contacto a diario caerán en la... “rutina” y... se les morirá el amor.
Ella, viéndome como una especie de hermana mayor, me pidió consejo, opinión... que no expresaré aquí, pero si dio lugar a una reflexión sobre la rutina.
Lo que planteas, Sangon, no es lo mismo que yo refiero. Dices: “Creo que no se trata de llenar todos los segundos con actividades nuevas, sino que todo lo que haces en cada segundo de tu vida te llene”. Eso es diferente y por tanto no considero que sea un signo de inmadurez sino de afán vital, de aprovechamiento de la VIDA. Tomas como eje la rutina para aportar tu opinión, que me parece muy lúcida, pero no cuestionamos lo mismo y aprovecho para aclarar que mi pretensión no fue hacer apología de la... “parálisis” o “resignación”.
Respecto a las líneas de Bruce Lee... certeras, sí, sí, sí. Pero me da por pensar que la frontera entre el “no poner límites” y la “aceptación” (tan necesaria en la existencia como el no rendirse a las primeras de cambio) se difumina bastante. Cada cual, pues, decidiría donde instalarla. Vivir “inmersos” en la rutina es sinónimo de muerte en vida, de caminar como zombi. Y aceptar, por ejemplo, que para el mar su agua es salada... es su propia rutina. Bla, bla, bla, mejor lo dejo que me estoy enredando.
No, no lo dejes, me parece interesante lo que compartes...
ResponderEliminarClaro es, que cada cosa en su contexto puede tener una interpretación distinta... a veces unas líneas, una opinión aquí, se puede ver limitada por la falta de otros recursos que se pueden tener en una conversación directa y que pueden aclarar mejor lo que intentamos decir.
Por otro lado, aunque veamos en un texto cosas que estan lejos de lo que quiere expresar quien lo escribe, me parece un tesoro compartir lo que nos sugiere... Así, compartir nuestro mundo nos puede transportar a otros mundos, a otras visiones que nos pueden descubrir nuevos horizontes... muchas veces inesperados... bellos...sorprendentes...etc. únicos para el que lee.
Es la magia de compartir...
En efecto aquí, en este medio, se limita la comunicación. Pero compartir, así como partir-con siempre es mágico. Enriquece e incluso nos permite, sorpresivamente, enriquecer. Se cumple aquello, en definitiva, de... ser aprendices y maestros a la par. Además... es un placer, al menos para mí.
ResponderEliminarMe seguiré “enrollando”... o continuaré compartiendo, pero aquí no que me puedo volver en exceso "rutinaria" y por ende pesaíta.
Gracias, Sangon, por también compartir.