No tardo demasiado en solventar la primera parte. Una vez dentro descubro dos pájaros dando vueltas como aspas de molino, golpeándose incluso con un pilar de cuando en cuando; medio atolondrados ya, supongo que desconcertados. “¿Por dónde puñetas os habéis metido?”, pregunto en voz alta. Mi superarchimegavisión hace un recorrido veloz con sus rayos alfagammabeta y... ¡eureka!... detectan el origen del misterio: una de las ventanas tiene apenas 3 cm abiertos por donde sale una manguera, a su vez casi espachurrada con la persiana, y una nota expresa encima que dice: “no tocar”.
- Claro, tanto investigar, tanto investigar pa’ qué... pa’ veros ahora “atrapados”. ¡Y vuelta la burra al trigo!... ejem... y vuelta los vencejos a meterse donde no deben.
Estoy empezando a pensar que son una especie bobita perdía’, pero a fin de cuentas no se puede pedir peras al olmo... ejem, digo razonamiento a un pájaro. Más tarde hablando con un compañero ducho en ornitología me ha confirmado que en efecto son un poco “lelos”. Los ha comparado con los ratones, que entran en los lugares más insospechados por espacios mínimos y luego no saben cómo salir.
Subo la persiana de la otra ventana hasta arriba y abro las dos hojas. A uno de ellos le dirijo y rapidito logra salir. El otro, se encarama al altísimo techo... “¡cachisssss ahí no alcanzo...!”. Voy al cuarto de la limpieza y regreso con el palo de una fregona. Le doy suavito con un extremo, pa’ que espabile... Le cuesta “despegar” pero de nuevo gira como una noria.
- Pero criaturica... ¡ve hacia la luuuuuuuzzzzzzz, veee hacia la luuuuzzzzz! a la par que me da un mini (nunca mejor dicho) ataque de risa porque de repente me veo habiendo menguado bastante en altura, con grandes gafas tipo Ray-ban y a lo Tangina Barrons, cual médium estelar de “Poltergeits”.
No hay manera. Ni pidiéndoselo por las buenas, ni por las regulares, ni por las malas... ni intentándolo con mi supermegatelepatía; fracaso absoluto. “Pues tú verás si te decides pero no te pienso dejar aquí bajo ningún concepto, que lo sepas”. Como respuesta se hace el sueco nacionalizado en Suecia así que no queda otra: esperar. En apenas unos minutos... ¡zas!, se deja caer al suelo. Rauda (que las superheroínas estamos muy en forma) me agacho y... “¡te tengo!... Pero suéltateeeeeee... La mare que te parió... tú no eres un vencejo... ¡eres un águila disfrazada!... ¡Quieres soltarte y tranquilizarte que sólo pretendo echarte una mano para que salgas de aquí!”.
Menudo poder tenían sus “garfios” y cómo se agarraba al borde de una losa del suelo el muy (por su considerable tamaño seguro que era un “él”... so pena se tratase de una “gran tipa”... ¿o es “pajarraca”?)... En realidad pobrecito... decir que estaría asustado es poco cuando he conseguido “arrancarle” y sacarle por la ventana. El corazón le latía a mil por hora... o casi.
Por otra parte no doy abasto con esto del pluriempleo. También he tenido que proceder, snif, al levantamiento de dos cadáveres. Luego... ¿soy juez... y parte... que aparta? Y es que ya puesta he “inspeccionado” abriendo una puerta que había cerrada, topándome con los cuerpos en el suelo, junto al inodoro. Mayor sorpresa ha sido comprobar que había otros dos pájaros más en la papelera, pero moviéndose... aunque aparentemente no con demasiada energía. Medio vivos o medio muertos han logrado iniciar el vuelo... sin necesidad de “R.C.P”. Esto de la reanimación cardiopulmonar fue parte del “cachondeíto” que se tuvo conmigo por el supuesto fallecimiento de Pavarotti, quien de momento no ha caído. Hasta se ha echado novia –o novio, ejem... desconozco su orientación sexual- la / el cual ya se ha instalado en su apartamento; o sea en la persiana del ventanal que hay a mi vera y ahora salen de picospardosvuelos juntos cada día. ¡Cómo corren estas avecillas en sus relaciones sentimentales! Mejor, mejor... así no pierden el tiempo, que nunca se sabe de cuánto disponemos. Aunque empiezan a tocarme pelín las gónadas. A más inquilinos, mayor evacuación... dobles caquitas, doble retirada. ¡Ufff... se me acumula el trabajo!
En resumidas cuentas... ¡Superleve en acción!... otra vez. A este paso, y para ir creando identidad en Almerialópolis, voy tener que confeccionarme un traje apropiado; con capa y todo. ¿Rojo?... sí, me favorece ese color además es acorde con los cambios que se avecinan. Así, cuando me vean “volar” dirán: “¿Es un pájaro gigante... es un avión... es un globo... es un burro volando?... No, es... ¡SUPERLEVE!
Concluyendo con la croniquilla diaria... mucho mejor la pista de baile del aseo de caballeros que el de damas... ¡casi triple espacio y en cuadrado! No importa Fred, tú y yo tuvimos nuestro momento estelar y nos apañamos requetebien. Y si “más vale maña que fuerza”... ídem “saber moverse conjuntamente con gracia en una baldosa que kilómetros donde hacerlo desgarbadamente”.
¡Ay, ay!... menos mal que tengo el “humoreo” y el “amoreo”... y se canta, y se baila, y se silba, y se tararea... y se espera... a la esperanza...
Ale... con dios (rogando y con el mazo dando).
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“Ante él, como espléndido juguete que ningún hijo de las estrellas podría resistir, flotaba el planeta Tierra con todos sus pueblos. [...] Luego esperó, poniendo en orden sus pensamientos y cavilando ante sus poderes aún no probados. Pues aunque era el amo del mundo, no estaba del todo seguro sobre lo que hacer a continuación. Mas ya pensaría en algo.”
(Arthur C. Clarke – "2001, una odisea espacial").
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Jao! Pluma de Aguila! Tú que cuidas de los pajaritos, itos, itos, itos, no olvides supervitaminarte y supermineralizarte.
ResponderEliminarPara ser un lunes, no está nada mal... veo que el trabajo de Superheroína, aunque sea mu sacrificao, también tiene sus satisfacciones..
ResponderEliminarEjem, ejem, en realidad ser “Aguila blanca” pero no tratarse de mí sino de otro “hp”, que no ser impresora sino categoría masculina (no tener mal pensamiento... significar “hombre... presumido”) que pertenecer al pasado más pasado y susodicho llamarme entonces “Montaña nevada”. Después, yo convertirme en “Itza”, o mujer habitada porque al amanecer emergí... y nadie que ama muere jamás; también ser india pero del sur. Bautizarme así Gioconda Belli.
ResponderEliminarSuper Carlota ratona... tú tener cuidado cuando aterrizar. Ser momento más peligroso de volar. Yo seguir tu sabio consejo. Ahora ir a superlevevitaminarme y superlevemineralizarme.
Jau! (que me gusta más con “u”).
Víctor... sacrificao' y sin remuneración alguna. Eso sí, satisfacer, satisface; cosas de la vocación. Pero igual me conviene contratar un seguro... por aquello de que habré de enfrentarme en adelante a peligros y malvados varios.
ResponderEliminarLo pensaré, lo pensaré.