En la cafetería en la que desayuno entre semana, exclamo: ¡MALDICION, RAYOS Y CENTELLAS!... digo... ¡El TE A TEMPERATURA INFERNAL DIRECTO A LA PIERNA... AIIINNNSSS!
Ha de saber el respetable que no se trata de un accidente... ¡Y que yo soy inocente!... siendo el auténtico responsable ese que parece estar obsesionado conmigo: D. Amor.
Sucede que comencé a verter el contenido de la tetera (¡metálica!) en la taza, cuando una flauta Hameliana me hipnotizó guiando mi vista hacia la caja registradora. Junto a ella se encontraba el traidor, con una careta de gatita... ¿creyendo que engañará con ese aspecto a alguien?... Y, en ese estado de gradual pérdida de la voluntad en el que no era consciente de lo que estaba ocurriendo, mi mano quedó sin fuerza... muerta, hasta soltar lo que asía, uséase: la tetera, que también cayó en el muslo. ¡ZAS!... ¡AY!... ¡PATAPLOF!... (brinco cual saltamontes)... ¡CACHIS EN LOS MENGUES LERENDENGUES!
Rápidamente Loli, la mujer del propietario que también trabaja allí, llega con un spray y me asegura que me ayudará si me lo echo enseguida.
Directa al servicio y compruebo que ya hay un hermoso rosetón en el muslo muy próximo a la ingle. La piel levantá’ de inmediato, pero no en demasiada superficie... apenas 3 cm cuadrados (¡snif, snif... esto tiene pinta de que nada de piscina hasta que no se regenere snif, snif...). ¿Lo bueno?: podría haber sido peor.
Cuando salgo del servicio el estropicio ha sido destropiciado por Rafa y Loli, que son de un eficiente que pa’ qué. Con el pantalón chorreando, desayuno, equivocándome al coger el aceite para la tostada y echándole del frasco que lleva ajo. Oh my god... qué fuerte está esto! Me sientan como un demonio el té y la tostada... pero como no hay mal que por bien no venga... concluyo que si me topo con un vampiro (nunca se sabe con quien se cruzará una) le espantaré con sólo abrir la boca. Me tomo mi aliento como un Leve-superpoder-temporal, vaya.
Antes de salir de la cafetería busco al criminal pero ha escapado... ¡cobarde! ¿Me habrá dejado marcada para los restos?, me pregunto mientras camino.
Opto por ir a la farmacia que me pilla de paso, en vez de ir al Centro de Salud. El apaño que me he hecho es en realidad un ex-apaño pues los clínex se han convertido en una pasta que, a su vez, va decorando con lunares el pantalón a medida que se desprende en pedazos. Berta, la farmacéutica (más maja...), me ayuda con la cura. Pomadita antibiótica... gasas... esparadrapo (que en realidad no lo es propiamente) grande y moderno específico para quemaduras (tiene un nombre pero no sé cuál, je). Ella, que está ducha en estos “percances”, me dice que en una semana podré volver al agua patos. Digo sirenas.
De vuelta a casa, voy a coger las llaves para abrir la puerta y... ¡un polizón en mi bolso!...
Ha de saber el respetable que no se trata de un accidente... ¡Y que yo soy inocente!... siendo el auténtico responsable ese que parece estar obsesionado conmigo: D. Amor.
Sucede que comencé a verter el contenido de la tetera (¡metálica!) en la taza, cuando una flauta Hameliana me hipnotizó guiando mi vista hacia la caja registradora. Junto a ella se encontraba el traidor, con una careta de gatita... ¿creyendo que engañará con ese aspecto a alguien?... Y, en ese estado de gradual pérdida de la voluntad en el que no era consciente de lo que estaba ocurriendo, mi mano quedó sin fuerza... muerta, hasta soltar lo que asía, uséase: la tetera, que también cayó en el muslo. ¡ZAS!... ¡AY!... ¡PATAPLOF!... (brinco cual saltamontes)... ¡CACHIS EN LOS MENGUES LERENDENGUES!
Rápidamente Loli, la mujer del propietario que también trabaja allí, llega con un spray y me asegura que me ayudará si me lo echo enseguida.
Directa al servicio y compruebo que ya hay un hermoso rosetón en el muslo muy próximo a la ingle. La piel levantá’ de inmediato, pero no en demasiada superficie... apenas 3 cm cuadrados (¡snif, snif... esto tiene pinta de que nada de piscina hasta que no se regenere snif, snif...). ¿Lo bueno?: podría haber sido peor.
Cuando salgo del servicio el estropicio ha sido destropiciado por Rafa y Loli, que son de un eficiente que pa’ qué. Con el pantalón chorreando, desayuno, equivocándome al coger el aceite para la tostada y echándole del frasco que lleva ajo. Oh my god... qué fuerte está esto! Me sientan como un demonio el té y la tostada... pero como no hay mal que por bien no venga... concluyo que si me topo con un vampiro (nunca se sabe con quien se cruzará una) le espantaré con sólo abrir la boca. Me tomo mi aliento como un Leve-superpoder-temporal, vaya.
Antes de salir de la cafetería busco al criminal pero ha escapado... ¡cobarde! ¿Me habrá dejado marcada para los restos?, me pregunto mientras camino.
Opto por ir a la farmacia que me pilla de paso, en vez de ir al Centro de Salud. El apaño que me he hecho es en realidad un ex-apaño pues los clínex se han convertido en una pasta que, a su vez, va decorando con lunares el pantalón a medida que se desprende en pedazos. Berta, la farmacéutica (más maja...), me ayuda con la cura. Pomadita antibiótica... gasas... esparadrapo (que en realidad no lo es propiamente) grande y moderno específico para quemaduras (tiene un nombre pero no sé cuál, je). Ella, que está ducha en estos “percances”, me dice que en una semana podré volver al agua patos. Digo sirenas.
De vuelta a casa, voy a coger las llaves para abrir la puerta y... ¡un polizón en mi bolso!...
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O lo que es lo mismo: el criminal... ¡en mis manos! Ahora verás. Me vengaré, te voy a diseccionar, literalmente... ¡te voy a sacar las entrañas! Bisturí...
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La mano que mece la cuna... digo la mano de LeveJackie la destripadora ejecutará un limpio corte, que no hay por qué hacer un remake de "Matanza en Texas". Veamos qué tiene dentro este desalmado...
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¿Pero esto qué es?... ¿Esto qué é lo qué é?...
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¿Un llaverito miau-miau... y una bolsa con lo que parecen unos caramelillos?... ¿Ya está?...
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¿Y de este se dice que es el motor del mundo, que TODO lo alberga en su interior?... ¡Bah, tanto boato pa’ na’ de sustancia! Una cascarilla vacía, eso es lo que es en realidad...
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En fin... esta gran decepción, el “atentado” y algunas que otras cositas, o cosazas más... han dado lugar a una jornada regida por -no podía ser de otro modo una vez que aparece- la ley de Murphy. O como suelo decir... una sucesión de catastróficas desdichas, je.
Afortunadamente Daniela está siempre cerca, como fiel amiga, recordándome cuando me falla la memoria (hoy mismamente) que volverán los....
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Mañanita sin ir más lejos ya que ¡por suerte! apenas queda una hora para que finalice el día.
¡Ah!.. que no había presentado a Daniela, cierto. Es otra compañera de piso. De profesión modelo, aunque prefiere que la llamen “maniquí”. Ha desfilado para los mejores diseñadores en París, donde vivió su época dorada llegando a ser considerada una de las mejores top del momento. Musa de Valentino, ahí es nada. Pero un día se cansó de los flashes, la pasarela, el glamour, la superficialidad... y decidió tomar otro rumbo vital. Y miren ustedes que se topó conmigo por casualidad (¿o fue por causalidad?) y en consecuencia con mi pequeña-gran familia.
En principio su idea era pasar unos meses con nosotros, para vivir una experiencia distinta a las que estaba acostumbrada... y ya lleva años aquí. Claro, el roce hace el cariño, y el cariño los lazos, y los lazos... unen libremente, que no atan. O "domestican" que diría un zorro a un Principito ;-)
Y que busco abogado. ¡Voy a demandar a D. Amor por daños y perjuicios!
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El corazón... ¿Vacio?
ResponderEliminarEstá lleno de lo que tu quieras...
Llenalo de amor... verás que tiene capacidad ilimitada...
El que me persigue es un fraude. ¡Y me quema encima!, je.
ResponderEliminar¡Qué historia! definitivamente hay días en que los astros se alinean de una manera tal que las cosas suceden de manera caótica.
ResponderEliminarEsperemos que esa quemada no se haya ampollado y que pronto vuelvas a estar en circulación, más bien dicho, en navegación.
Jejejeje, me ha dado mucha risa eso del aliente que tomaste como un Leve-superpoder-temporal, te dije, los roles están perfectamente distribuídos. Que nadie diga que en ese momento no repartías palabras de aliento a todos a tu alrededor :).
Por último, me encantó esa frase de: "Una cascarilla vacía, eso es lo que es en realidad..." hablando sobre el corazoncito que diseccionaste. ¡Ufff! "una cascarilla vacía", esa es una frase con mucho significado para mi en algunos momentos. Amiguis, no tengo palabras pero quisiera decir muchas cosas sobre ese tema. Me limito a mandarte un abrazo fuerte que transmita mucho.
Myriam... abrazeison recibido y muy agradecido. Ciertamente ayer fue un día "pataplof-chas-plum". Y no ya por lo relatado. Después de veinte años de ¿cercanía? crees que conoces a alguna gente y viceversa, sin embargo cuando menos lo esperas... ¡ZAS!
ResponderEliminarCon la quemadura física ha habido suerte, porque finalmente no es muy grande la ampolla. La otra... escuece más.
¿Y sabes algo?... ¡ayer te vi de verdad de la verdadera! je... pero ya te cuento en tu espacio.
Perderás la demanda, el amor no tiene nada de malo.. te recuerdo que el amor es servicial, no tiene envidia, no presume ni se engríe, etc..
ResponderEliminarY trata de no forzar la vuelta a la piscina, espera a recuperarte del todo.. que los deportistas pofesionales sois muuuuu ansiososss
Más o menos eso decía la famosa epístola de San Paulo.
ResponderEliminarDeportista aficioná' na' más. Lo mío es la colaboración, que no competición. Pero cuando estás acostumbrada a mover el body sí que las posaderas se inquietan cuando han de estar sentadas, por expresarlo de algún modo.
Habría que organizar una cita entre Daniela y Ambrosio (mi galán de noche del Ikea).
ResponderEliminarPues... aunque somos amigas, Daniela mantiene muy en secreto su vida sentimental. Pero... si bien los rumores no pocas veces quedan en eso, debo advertirte que se comenta fue una “devorahombres”. Digo una “devoragalanes”, fuesen estos de día, o de noche. Supongo que, de estar interesado, es un riesgo que Ambrosio deberá correr porque nunca se sabe en quién encontrará su... ambrosía.
ResponderEliminarEntonces... ¿alcahueteamos, Amkiel?
Alcahuetemos el ala, digo, luego.
ResponderEliminarDe acuerdo, Celestino. Digo Amkiel.
ResponderEliminarAy! a veces vacío, a veces roto.
ResponderEliminarDemándale. Si quieres que testigos implicados en el crimen, tienes a puñaos
Demándole. Pero a ver si no se escaquean esos "puñaos" cuando llegue la hora del juicio, ejem.
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