lunes, 2 de noviembre de 2009

Modalidades cinéticas-energéticas humanas

Según datos obtenidos en un estudio realizado por la Doctora en Antropología Leve, en colaboración con expertos del Departamento de Neurofisiología de la Facultad de Medicina de Maravillolandia, las energías que mueven el pensamiento del ser humano, y por ende motivan sus consiguientes actos, son tres fundamentalmente:

AMOR.- La energía que capacita para descubrir la belleza por doquier, incluso donde sólo parece haber horror. La que expande el corazón y lo hace poroso para que esa belleza penetre... y se pose. La que aclara la visión. La que ablanda lo demasiado duro y fortalece lo excesivamente frágil. La que permite que se abrace el infinito con un roce en particular; dándolo... o recibiéndolo. La que nos hace fluir en la verdad y anima a que el resto fluya auténticamente con nosotros. La que canta más que habla. La que, también, a veces se duele por darse hasta casi quedarse sin aliento para sí. La que sabe que reír es fundamental y llorar... necesario de tanto en tanto. La que ilumina la mirada con un arco iris. La que considera que el bienestar del hombre aumenta cuando es parte de un archipiélago y disminuye si es isla solitaria. La que dibuja en el rostro la alegría de vivir...
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ODIO.- La energía que ve únicamente negatividad. La que constriñe el corazón y lo petrifica. La que nubla la visión. La que endurece lo blando y debilita lo aparentemente fuerte. La que posiblemente sólo es miedo disfrazado. La que reduce el mundo personal al tamaño de la cabeza de un alfiler. La que mutila cualquier atisbo de ternura que pretenda escaparse; la que aniquila al que intente llegar de otro. La que grita más que habla. La que se vanagloria de tenerse sólo para sí. La que asfixia a la risa hasta condenarla al exilio. La que opaca y enturbia la mirada. La que considera que el malestar del hombre disminuye cuando es isla solitaria y aumenta si forma parte de un archipiélago. La que dibuja en el rostro la ira de vivir...


INDIFERENCIA.- La energía que se traduce en un... “ni chicha ni limoná”... “¡bah... y a mí qué!”... “estamos aquí porque nos trajeron y no nos podemos marchar”... “si hay que ir se va, pero ir pa’ na’...” y sinónimos varios...


Conste que el ensayo se ha desarrollado vía método científico, siguiendo el modelo evolucionista.
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5 comentarios:

  1. Te quería responder, pero como odio el internet, paso de hacerlo.

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  2. me mueve el amor, el amor, el amor...

    Requeteamor.

    Salud y amor!!!

    ahimsa

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  3. Ommmmmm...

    Creo que amor, es respetar la libertad de los otros para que sean ellos mismos. Permitir nuestro crecimiento interior y el de los demás hasta el punto de estar tan llenos, que se nos escape el amor por los poros... Y entonces, dar amor porque se tiene mucho... porque se disfruta dando...
    Amando incondicionalmente no por convicción, sino porque el amor con condiciones ya no es amor.





    "La persona que odia, simplemente demuestra que en lo más profundo tadavía ama, el amor se ha vuelto amargo, pero todavía está ahí...
    Lo contrario al amor es el miedo. El miedo significa que ha desaparecido toda la energía"


    Osho.

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  4. Ahimsa... te diría ¡qué suertuda eres! pero no, no, no. Que seguro trabajas gozosamente ese requeteamor que te mueve.

    Sí-sí-sí... siempre amorosa salud.

    Sangón... Sabia la observación de Osho... Sensible tu opinión/sentir al respecto. Pero... ya sabrás qué pienso sobre la incondicionalidad y las condiciones del amor; o mejor dicho... de los humanos en relación a él. Así que mejor no me repito pa’ no parecer un lorito.

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