lunes, 15 de junio de 2009

Anatomía de... Leve

El sábado comió gente en casa. Me gusta mucho el incienso y a menudo prenden varillas en mi hogar, dulce hogar... pues dulce es el aroma que invade las estancias: vainilla por lo general... canela a veces... en ocasiones algunas fragancias made in Tibet o India.

Lo quemo en un cajetín de madera que recoge toda la ceniza ya que me parece el mejor sistema, en cuanto a limpieza y también a la hora de difundir el aroma. Debido a su fabricación irregular, es habitual tener que reducir las varillas para que entren sin dificultad en el agujerito que las sostendrá mientras prenden.

En la sobremesa me disponía a rebajar una mientras hablaba y, enfrascada en la conversación, torpemente no controlé bien la distancia al cerrar la tijera, con el resultado de un tajo en el dedo índice izquierdo, más profundo que largo. Coloqué la varilla en el cajetín con la otra mano a la par que cerraba la del corte, para que no goteara la sangre que brotaba, hasta coger un pañuelo de papel y envolverlo, teniéndolo que cambiar prácticamente de inmediato por haberse empapado.

“¿Cómo no te inmutas?”, me preguntaron. “Tengo considerable tolerancia al dolor”, respondí. No llegó la sangre al río (je, viene que ni pintada la expresión)... ni al suelo, pero resultó un poco escandaloso porque me di un buen pellizco; hasta llegaron a plantearme la quizás necesaria sutura, pero no lo consideré oportuno. “Tranquilidad... si me hubiera rebanado una falange sería otra historia... pero mi megasuperorganismo, prodigio de ingeniería él (como el de todo bicho viviente claro... es que me resulta fascinante la biológica biología en todas sus formas), ya está trabajando pa’ taponar la herida a base de plaquetas que se aglutinan. ¿Nos os acordáis de los buenos de los dibus de “Erase una vez la vida”?... Pues esos mismos están ahora en zafarrancho de combate para solucionar... la eventualidad”, añadí.

Sí, ciertamente lo tolero. Pero eso no significa que no me duela, cuando me corto. Ni cuando... me cortan. Sobre todo por dentro.

¿Gesto imperturbable frente a mi dolor? Tal vez, después de todo, me esté convirtiendo en una “guerrera de la luz”... ¿o es de las sombras?

En este momento mi dolor es... ¡no haber conseguido una invitación para ver en cine y versión original "Bab' Aziz: el príncipe que contemplaba su alma"! Y me dicen que sólo la proyectan esta noche. Casi prefiero que no sean gratuitas ciertas ofertas culturales. O eres un enchufao' de alguien del área de cultura del ayuntamiento, o te quedas fuera. ¡Y con el interés que tenía en la película...! Bueno, en realidad no es dolor... es cabreo. De manera que con el permiso del respetable voy a blasfemar un poquito, pa' desfogar... ¡¡¡haghuje giugbyewro gnoquewyg terdgosjbugyt jbuftepns reoyudhsb!!! (mejor que no se entiendan pues son improperios fuertes fortísimos, ¡ains!).

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17 comentarios:

  1. Tenia apuntada esta frase, no se quién es el autor:
    "El dolor no lo podemos evitar,
    El sufrimiento hay posibilidad de elegirlo."
    A veces pienso en ella, de lo subjetivo que puede llegar a ser el sufrimiento... y también lo díficil que es de evitar.
    Por otro lado, lo que para unos es el fin del mundo a otros ni les inmuta.
    Lo que tengo claro es que ante el mismo dolor, sobrevive antes y es más feliz quién consigue minimizar al máximo su sufrimiento. Lo que ocurre es que pocas veces estamos preparados para el dolor, siempre es inoportuno, y muchas veces produce sufrimientos inesperados... como pasa en los momentos difíciles, en que se descubren realidades de nosotros mismos y de los demás inpensables, y que pueden hacer sufrir hasta el punto de dejar un dolor o una enfermedad en un lugar secundario.
    Al fin y al cabo somos como unos guerreros(que a veces sufren, como decia el texto que deje en el blog de Mia.)más de luz que de sombras, porque hasta las sombras dependen de la luz para existir.





    Cambiando de tema, las plaquetas, que importantes son, normalmente es más popular la donación de sangre y no tanto la de plaquetas... tan necesarias ambas para dar vida...

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  2. creo que en general las mujeres tenemos una gran capacidad para soportar el dolor, no en vano, desde muy jóvenes tenemos contacto regular con la sangre y "a veces" con el dolor, parimos, damos de mamar, etc etc... quizá nuestro organismo esté diseñado para aguantar bien los pequeños dolores que no son mortales de necesidad...
    sin embargo, también pienso que somos muchos más sensibles al dolor ajeno,,, al menos yo, me "rípio" toda cuando veo que alguien se corta o se da un golpe,,,qué cosas, no?

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  3. Dalo por hecho. ¡Caramba, que breve!

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  4. Sangon... la vida, independientemente de lo hermosa que sea, no es un camino de rosas para nadie. O rectifico, sí que lo es dado que la rosa tiene suaves pétalos y punzantes espinas. Haciendo un símil con una vuelta ciclista diré que se compone de etapas. Habrá rectas, cuestas abajo en las que apenas sea necesario pedalear, riesgo de caídas o de ser atropellados por otros vehículos, puertos de envergadura en los que faltará el aliento y parecerá que no quedan fuerzas para continuar... El trecho más empinado tal vez pudiera denominarse “la etapa del dolor”... o una de ellas pues nunca se sabe cuántas corresponderá a... cada corredor. Cuantas más toquen en el circuito personal... más preparado se estará para la siguiente; que la habrá. Y en consecuencia, se irá aprendiendo que... “otros días vendrán”, o mejor dicho: “otras etapas llegarán”.

    Los entrenamientos conformarán, a la postre, el “avituallamiento” emocional que puede evitar que caigamos en el eludible sufrimiento, y ayudar a asumir el inevitable dolor que representa estar vivo. Salvo que uno decida rendirse y entonces lo que no mata no hará más fuerte, sino que dará el tiro de gracia definitivo.

    En general no estamos preparados para la asunción del dolor porque no “está bien visto”. Ojo, no intento hacer apología del masoquismo, pero no es ya que no se nos eduque emocionalmente, sino que se nos “deseduca” arrebatándonos “las instrucciones que traemos de serie”. Si un pequeño se cae y se hace daño tiene que llorar. Es lo saludable (mientras no lo convierta en un juego manipulador llevado a cabo más que por voluntad, por puro instinto que busca el beneficio inmediato). Pero rápidamente se escucha: “¡No lloooooressss!”. Opino que está muy bien dar la importancia justa a las cosas, pero no negarla, porque así funcionamos luego de mayores con tanta... “mutilación”. Vivimos en una sociedad que está enferma de autoengaño y probablemente el hecho de que desde la cuna se nos nieguen ciertas realidades incuestionables e impongan otras, tendrá mucha responsabilidad en el asunto.

    Personalmente soy partidaria de la lágrima en todas sus formas y en especial en la que ejerce de “ducha”, porque las lágrimas que no se derraman... acaban por envenenar la sangre; y por ende el alma. Así que a reír cuando toque, y a llorar cuando ídem.

    Y como viene a colación, un cuentito...
    A Leo Buscaglia se le solicitó una vez que fuera parte del jurado en un concurso. El propósito del mismo era encontrar al niño más cariñoso. El ganador fue un pequeño de cuatro años que tenía un vecino anciano cuya esposa recientemente había fallecido. El crío, al ver al hombre tan triste, fue donde estaba, se subió a su regazo y se sentó. Cuando su mamá le preguntó qué le había dicho al vecino el niño contestó: “Nada, sólo le ayudé a llorar”... O cuentazo, a saber.

    Cambiando también al tema plasmático. Hace poco encontré mi carnet de donante de sangre. Apenas tiene unos pocos apuntes porque estaba al límite de peso para hacerlo. Me dijo el médico: “Mejor te esperas unos años y cuando peses más donas”. Va a tener que prolongarse porque no aumenta la cifra en la báscula a medida que lo hace mi edad; más bien al contrario. En la misma fundita estaba el de órganos. La verdad, me cabrea que si yo, bajo el uso de mis facultades plenas decido la donación en vida, sean los familiares quienes finalmente tienen la última palabra. Al menos hasta hace poco así era, aunque quizás cambió la normativa. En fin-fin, otra de las incongruentes incongruencias del sistema.

    “Hasta las sombras dependen de la luz para existir”... interesante, muy interesante, además de certero y bonito en su forma. Estas palabras me traen de la memoria unos versos de Claudio Rodríguez que alguien anónimo, habiendo perdido a su amada, publicó hace años en algún rincón de un periódico local:

    “Si tú, la luz, te la has llevado toda,
    ¿cómo voy a esperar nada del alba?”.

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  5. Carmen... creo que crees muy bien. Hasta hace bien poco partía de la base de que, ante todo, somos personas... y después hombres o mujeres. Peeeeeeeero... me rindo a la evidencia de que actualmente -y de manera generalizada -no es así. Tendrá que ver que todavía escucho –con demasiada frecuencia- frases del tipo:
    El.- Cariño... hoy TE he fregado los platos.
    Leve.- ¿Cómo que LE has fregado... acaso no vives bajo el mismo techo? Amossssssss que...

    Aventajamos al hombre en materia emocional, lo cual en realidad no es culpa suya ya que no se le ha permitido históricamente ser “emocional”. El problema es que una gran mayoría se ampara en eso para acomodarse y no evolucionar. Y es el “humanismo” lo que modificará el mundo para bien, no el “poder” ni la “fuerza”... mal entendidos. No obstante tengo la esperanza de que eso cambie en las futuras generaciones aunque el fruto futuro... es trabajo de los padres-madres actuales, indiscutiblemente.

    Soy incapaz de leer ese libro que vive desde hace años en una de mis estanterías: “Cerebro de hombre, cerebro de mujer”. No quiero llevarme... más disgustos que los que la propia realidad me impone. Y es que tengo la suerte de conocer a muchas mujeres estupendas. Y tengo la suerte de conocer a unos pocos hombres estupendos. La balanza está desequilibrada pues.

    Sí, sí, sí... la naturaleza es sabia, por eso paren las que paren... pese a que se nos considera el... “sexo débil”. JA-JA-JA... y así sucesivamente.

    Gracias por tu visita y por tus líneas.

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  6. ¡Sputnik!... lo bueno si breve, dos veces bueno... dicen, comentan, rumorean.

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  7. A veces, en unas pocas líneas es difícil hablar de cosas de las que, según con quien, se podría estar hablando dias... Aquí, vemos sólo la punta del iceberg. Aquí, la falta de puntualizaciones que si hay en una conversación directa puede llevar a la ambigüedad.

    Dicho esto, estoy de acuerdo contigo en que hay que expresar las emociones, pero creo que potenciando las positivas al final se minimizan las negativas, de forma natural, sin más, sin negar nada.

    Entrando también en el tema de hombres y mujeres, somos distintos si, pero pienso que el trato debería ser individualizado, aunque sea muy evidente decirlo, creo que deberíamos tratar a cada persona en función de lo que es, de forma individual. Aunque eso sea dífícil en un mundo lleno de clasificaciones y generalidades sexistas...
    Siempre recuerdo cuando llega la navidad y se envian correos electrónicos y felicitaciones, unos pocos modelos de felicitación sirven para todos... yo me revelo hasta en ese acto tan sencillo, si mi felicitación y mi trato hacia cada uno/a es diferente, individual, de corazón, lo será en cada aspecto de mi vida hacia esa persona. Olvidando, por ser obsoletos, prejuicios que me digan como debo tratar a una mujer o como a un hombre.
    Bueno, lo que decía arriba... en pocas líneas... esto es sólo la punta del iceberg.

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  8. Me pasa exactamente igual con el tema cartas-mensajes “patrón” o “plantilla”, que los llamo. En ocasiones incluso me parecen una falta de respeto... sin intención, claro. Supongo que más de uno-a considerará esta opinión desproporcionada, pero para mí no lo es. Lo decía Carlos Cristos sabiamente: “cuidar... es querer”. De “felicitar” en navidad-duuuulce navidaaaaad directamente paso, so pena se trate de dar respuesta a alguien que sí ha tenido la deferencia de escribirme “personalizadamente”, en cuyo caso haré lo propio. Sin embargo es difícil, por no decir imposible, que mi texto incluya el típico-tópico: ¡Feliz navidad! Como mucho –y en línea paralela- diré un: “Feliz vida”. Y no sustituyo lo de “feliz” por “alegre” pa’ no complicarlo más... porque de expresarme exclusivamente atendiendo al “levelenguaje”, entonces no me entendería ni dios.

    Así pues me voy a dirigir a ti, Sangón, de manera particularmente concreta. Sí, el tema hombre-mujer es un asunto “levanta ampollas”, máxime si como dices se trata por esta vía y en apenas unas líneas. Sé que no te gustan las etiquetas. Tampoco a mí pero por la inmadurez de nuestra especie son una realidad constante... y hasta necesaria si me apuras. Recuerdo, de hecho, que inauguré este lugar virtual precisamente hablando de ellas. Dado que opino, lo que hago es “juzgar” (distinto es sojuzgar... que si es oportuno según mi criterio, también). Y al juzgar doy lugar a una creencia, a un concepto... a una “etiqueta”, aplicada a otros o a mí. Asumo el “efecto boomerang”, naturalmente.

    Por supuesto que en esencia hombres y mujeres somos iguales. Pero sucede que la susodicha las más de las veces está oculta, lejaaaaaana, muy lejana, allende unos cuantos kiloalmómetros; o tropecientos dependiendo de quien hablemos. Así que hay que aplicarse y vivir conscientemente, punto en el que la mayoría de los comunes mortales falla sobremanera. Yo la prime, pero me esfuerzo bastante y eso no me lo rebate nadie... que me lo como, con papas fritas, ¡ñam-ñam!

    Hasta hace muy poco era improbable que participase en una conversación que versase sobre la eterna lucha entre hombres y mujeres. Los argumentos tipo: “somos mejores, sois peores, nosotros no se qué, vosotras no se cuanto, bla, bla, bla...” me aburrían además de parecerme irreales. Y si hablaba, lo hacía sin tomar partido por un género ni otro, abogando siempre por... somos ante todo “personas”. Detestaba la generalización por parecerme injusta. Ahora... por aquello de que la experiencia es madre de la ciencia, y porque siempre hay un exceso de “más de lo mismo”... considero que muchas de las generalizaciones son a la postre coherentes. Y también barro para casa, es decir mi género. ¡Glubs... lo que acabo de decir! Lo peor es que lo creo. ¿O es lo mejor?

    Puede que ciertos “prejuicios” sean obsoletos pero lamentablemente siguen siendo necesarios porque insisto –y puede que peque de pesada en este punto sin embargo es lo que hay- el ser humano está todavía muy, pero que muy verde y bastante alejado de lo que significa “ser persona”, que en eso uno se va convirtiendo... Si es que sucede pues no pocos marchan de la vida sin tener la menor idea de en qué consiste tamaña empresa.

    (suma y sigue)

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  9. Hace unos días me llevé una desagradable sorpresa y hasta quedé conmocionada. Me topé al entrar al portal de casa con un espejo de esos que hay en las tiendas... en los garajes y que enfocan distintos ángulos para controlar ciertos puntos. Pensé: “han debido robar a alguien”, pero no. La razón de que lo hayan instalado es que hace unos meses dos tipos violaron a una vecina en el edificio contiguo. Y vivo en un... "buen barrio”, lo cual obviamente no es garantía de seguridad. Formularía en voz alta unas preguntas: ¿cuántos hombres han muerto a manos de mujeres en lo que va de año?... ¿cuántas mujeres han muerto a manos de hombres en lo que va de año? ¡Vaya!, el orden de los factores sí que altera el producto... una vez más.

    Coincido contigo en que el trato hacia quien se tiene enfrente ha de ser individualizado, pero al mismo tiempo hay una realidad generalizada, por más que nos empeñemos en ajustarla a nuestra visión del mundo; de cómo lo percibimos o cómo nos gustaría que fuera. El hombre, como género, tiene menos desarrollada que la mujer la inteligencia emocional. Y en consecuencia es más... “bestia”. Lo cual no significa que no haya “hembras” que sean el equivalente al “macho” de turno. Por suerte también existís otra clase de hombres-persona, grupo este en el que te incluyo pues aunque no te conozca, a tenor de lo que aprecio en la distancia, así te “oteo”. Por supuesto, al hacerlo, podría equivocarme (como en todo, o casi todo) y en realidad eres una versión actual de Genghis Khan. Del mismo modo yo podría ser... Elizabeth Báthory. Luego están los hombres-hombres (más “torpes” por incapacidad que por otra cosa y bandean de un extremo a otro en su ser-estar) y finalmente los hombres-capullo (esos que no florecen... ni posiblemente lo harán, por más riego y abono que reciban). Esta clasificación, según el “leve-etiquetado” no tiene que ser la “correcta”, pero es la mía. Ahora bien... si, al margen de tu sexo, te clavo un puñal te estoy jorobando pero bien jorobado, además de atentando contra tu vida... cuando no arrebatándotela directamente. Luego hay ciertas verdades... que sí que son incuestionables. Es que eso de que la verdad es “ancha”... me viene cargando últimamente. Me está empezando a parecer un “latiguillo” que busca la autoexcusa fácil... pa’ escurrir el bulto de la propia responsabilidad.

    Este discurso puede sonar a “feminista” pero no. Sólo hay una cosa que deteste más que a un machista: a una feminista excesiva... o histérica. Si acaso... algo “misándrica” hoy, pero es lo natural, especialmente porque leveinteriormente he tenido un día de furioso que pa’ que. Procedía. Cosas de lo necesario de permitir la existencia de ciertas emociones sobre las que hemos comentado con anterioridad; únicamente durante el tiempo prudencial claro.

    Y mejor lo dejo porque una cosa me lleva a otra y, como apuntas, podría estar días dándole a la sin hueso... digo a los dedillos sobre el teclado. Por otra parte este medio puede dar lugar a equivocación tanto en la expresión como en la captación del mensaje que se pretende lanzar.

    ¿Significa algo Sangón?... ¿De dónde viene ese nombre?

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  10. Tienes mucha razón, simplemente observando en el dia a dia te das cuenta que los hombres tenemos(o al menos una gran mayoría) menos desarrollada la inteligencia emocional, además de otras muchas cosas, como es muchas veces el no tener un mínimo respeto hacia otra persona. Lo que tu ves desde tu punto de vista de mujer, yo lo sufro también muchas veces como hombre. Me refiero a una especie de corporativismo existente por sexo... como eres hombre la forma de hablar y tratarte por parte de algunos hombres es mimética, como si dijeran ya me entiendes "eres un hombre" y los hombres somos así. Pues no, no soy así, simplemente soy yo. Claro que normalmente no das explicaciones, te dejas llevar hacia donde te sientes mejor. Eso en ocasiones, te lleva a estar rodeado de mujeres, no siempre por supuesto, por que el lado femenino también tiene su corporativismo, que ejerce muchas veces de muro... ¿protector?, en ocasiones difícil de traspasar.
    La verdad es que cuando me siento bien con alguien no me importa si es hombre o mujer, lo que me importa mucho es ser coherente con lo que siento, lo demás es circustancial... . Lo que ocurre es que el mundo esta lleno de clones, sí, sobretodo de hombres aburridos , iguales, los ves venir, siempre lo mismo, pero eso hay a unos pocos hombres que también nos molesta... aunque en ocasiones no te afecte directamente, es molesto...


    .... continuará...

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  11. Sin inteligencia emocional la madurez del individuo se dificulta, cuando no se anula totalmente, creo. Como creo que, sean hombres o mujeres, “a los que NO se les ve venir” ... esos son los más peligrosos porque pillan por sorpresa y a menudo caminan, consciente o inconscientemente, por el sendero de la traición; empezando por traicionarse a ellos mismos. En cambio a los que sí se les ve... van haciendo sonar el cencerro kilómetros a la redonda lo que permite esquivarles... e incluso ponerse tapones en los oídos pa’ no tener que escuchar el “ruido” de su presencia.

    Como a los gatos les pasa con el agua... será que hay mucha mujer “escaldada” y probablemente levante ese muro protector del que hablas. Natural por otra parte. En “Dios vuelve en una Harley”, Joe decía a Christine (ducha en colocar ladrillos hacia arriba): “No levantes muros: aprende a traspasarlos”. ¿Qué me diría a mí que pululan por mi mente esbozos de planos para edificar un búnker?... ¡ja!

    Enhorabuena por ese binomio “coherencia-sentir”. Imagino que también llevará aparejado el “comportamiento acorde” (o “estar”, según el levelenguaje), lo que lo convertiría en un “trinomio”. Idem porque tu guía no sea ningún “corporativismo de género”. Nada mejor que “ser” uno mismo... ni más caro, je. Menudo precio hay que pagar... y es que este mundo –aún- no está preparado para la auténtica autenticidad, no, no, nooooo...

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  12. Intento seguir un "comportamiento acorde", ¿hay que pagar precios?... no se, hay cosas que se consiguen que nunca tendrán precio... momentos gratificantes incluso momentos divertidos, no buscados... divertidos simplemente por no comportarte dentro de los parámetros normales.


    Lo de edificar un búnker... yo no lo haría, pues aisla de lo malo, pero también de lo bueno.

    "Convierte tu muro en un peldaño."
    Rainer Maria Rilke

    Creo que es mejor utilizar un filtro para detectar a quien tienes alrededor... y que mejor filtro que pasar las cosas por el corazón, que mirar al corazón de los demás, dejando en segundo plano, en su justa importancia, la superficie, "los fuegos artificiales" que muchas veces nos distraen.
    A veces se trata de aprender a mirar más allá, aunque no sea fácil... bueno ahí creo que está lo interesante.


    Cambiando de tema, Sangón tiene significado, que no me importaría explicarte, pero me lo guardo por que lo que se pone aquí no es sólo para tu ojos...

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  13. Los filtros fallan. Hasta el más preparado y “experto pirotécnico” no está exento de que ciertos “fuegos artificiales” le hagan saltar por los aires. O cuando menos pupa-pupa. Ya sabes lo que se dice... “quien con fuego juega, se acaba quemando”. El problema está en que si en el establecimiento te habían vendido un juego acuático... ¿cómo es posible que de repente se ponga arder? En fin... expedientes x; o estafa, directamente. Luego es carito-caro ser auténtico. Pero pagar el precio vale la pena... porque da lugar a tremendas alegrías.

    A mí “Sangón” me suena a... a guerrero japonés. O asiático él. ¡Pero no tipo Genghis Khan, eh! Ya ves... hasta donde alcanza mi imaginativa imaginación. Claro que el nombre también podría pertenecer a la tabla periódica de elementos... en el grupo de gases nobles (Neón, Radón, Kriptón, Argón, Xenón...) je. Si te quieres guardar el significado, te lo guardas. Si te apetece contarlo... en el perfil del blogggg (se me atasca la palabra) hay una dirección de correo electrónico y ahí sí sería sólo para mis ojos.

    Por cierto... “Sólo para sus ojos”, título JamesBondiano. De peque, me encantaba el agente especial al servicio de su majestad. De grande... me repele. Creo que no hará falta que explique la razón pero básicamente tiene que ver con el trato que da a las féminas. Bueno, Sean Connery me sigue encantando, pa’ qué negarlo. Aunque pensándolo bien... lo que me gustaba verdaderamente era la serie de inventos que llevaba el tipo... chulos-chulos. Y eso que la tecnología a mí más bien plim... bla, bla, bla...

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  14. Leve, He probado con el correo electrónico, creo...

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  15. Los duendecillos debían tener ganas de quedarse con el significado porque no ha llegado, no, no, no.

    En cualquier caso gracias por el intento.

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  16. "Yo no entiendo casi nada y me muevo torpemente..." me lo puedo aplicar porque le doy a Email y lo mando... levemente@hotmail.com ¿?

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  17. Dirección y actuación (la tuya) correctas. Como Sangón y Eduardo Chillida... mi no entender... deber tratarse de un “expediente X” de la red. Dejo otra por si te animas. Si reintentas... estupendo. Si lo dejas como está... estupendo.

    des_calza@hotmail.com

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