Levemente en el país de las maravillas: Juegos de mesa-masa

lunes, 1 de junio de 2009

Juegos de mesa-masa

De oca a oca...
.

y a otra herida, porque me toca.

9 comentarios:

Carlota de Respira y Respira2/6/09 9:28 a. m.
Dicen que el juego de la oca es un mapa del camino de Santiago, con sus iglesias representadas por las ocas,a los constructores se les llamaba pedaucos, no recuerdo muy bien, dejaban una marca en forma de pie de oca en las columnas, aún se pueden ver, y también dicen, hay que ver todo lo que dice la gente, que este camino es el reflejo de la vía láctea. Así pues, querida Leve, salga usted del pozo, de la carcel, o donde quiera que haya caído y camine... zapatillas, gorra, mochila, pan y vino, tiritas para el alma y los piececitos. Si hay que bajar al pozo a sacarte nos lo dices
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Carlota Animó Nima2/6/09 9:42 a. m.
Cura,
sana,
culito de rana,
si no cura hoy,

voy y te doy

tú verás

ánimo
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Levemente2/6/09 11:49 p. m.
Srta. Carlota de Respira y Respira, dos puntos..

Tenía referencias del apunte que haces –aunque no tan detallado- sobre el juego de la oca relacionado con el camino de Santiago. De hecho el amigo que me habló de ello firma con la patita de la oca. De lo que no tenía idea es sobre el supuesto reflejo de la vía láctea que, como suena requetebonito, me lo creo-creo, porque total eso no hace daño-daño a nadie-nadie. ¡Ni siquiera a mí!

Ayer caminaba en paralelo a una niña de unos diez años, que iba en silla de ruedas llevada por el que supuse era su padre. Anduve un rato a su ritmo. Me enfadé un poco por lo injusto que me parecía que no pudiera correr, ni saltar, ni nadar, ni bailar... Yo en cambio sí puedo. Realmente no necesito compararme con alguien para ser consciente de cada uno de mis privilegios, pero no viene mal como subversivo. Cada mañana, de hecho - y hoy en particular- me despierto dando gracias... incluso ahora que algunos kiloalmómetros están tocados (que no hundidos) y descolocados... porque es lo que toca. Pero curiosamente... soportándose en una paz de la que ya hablé hace tiempito. Creo que, sencillamente, se va aprendiendo a aceptar, a ser estoica... a vivir. Y sé poco de algunas cosas, nada de la mayoría pero mucho de... “otros días vendrán”. Además tengo paciencia. La vida... mi vida es demasiado vailosa para perderla... desperdiciarla por algo, por alguien.

“Sacar lo que se puede afuera para que adentro nazcan cosas nuevas” dice la tonada. Y en esas ando... sintiendo intensamente lo que se ha de sentir, sin regocijo pero sin resistencias, para que penetre lo que haya que penetrar, y una vez cumpla su ciclo se evapore, dejando espacio libre. Y entonces... ¡mmmmm cuántas cosas puras pasarán!... que en realidad están por todos lados con lo cual se limitarán a seguir ocurriendo pero... ya sin interferencias que me distraigan de ellas.

¿Sabes?... por aquí decimos cuando alguien nos gusta, sobre todo por dentro (o por fuera, o por ambos dos lados): ¡qué bonico-a! Y Leve lo expresa de este modo: ¡qué bonicaaaaaaaaaaaaa... la dama de los apellidos cambiantes! Así, arrastrando la última letra. Sé que soy una pesada, sí, pero tengo que decirlo... gracias, gracias, gracias decenas o centenas de ellas a ti, que también eres pan, paz, más... y por ende, sagrada.

De todas maneras, Carlota Animó Nima... ¡croac, croac!... me late que voy a necesitar más de un día, y de dos, y de tres... y que habrá dudas, y furia, y cansancio, y similares, y alegría, y serenidad... todo ello mezclado, así que... te va a tocar venir... y darme, ¡ay, ay!
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Sangón3/6/09 2:00 p. m.
Comparto contigo algunas cosas(podría ser mucho más, pero siempre hay tiempo) por si te interesan:
"La próxima vez que te sientas molesto recuerda que la causa no está en las personas que te hicieron enojar, sino en tus pensamientos acerca de ellas. Sean cuales sean los pensamientos que te causan dolor, son sólo pensamientos. Y puedes cambiar tus pensamientos.

¡Casi todos hemos aprendido al revés! Aprendimos: si no te gusta tu trabajo, déjalo; si no te gusta tu esposa, déjala. A veces es conveniente cambiar de empleo o de pareja, pero si tú no cambias, estarás preparando el escenario para más de lo mismo. Al perdonarnos a nosotros mismos dejamos de criticar a los demás.

Siempre atraemos las experiencias que necesitamos para aprender. Por eso, frecuentemente atraemos lo que más tememos. Si temes la soledad, atraerás soledad. Si temes quedar en ridículo, caerás de bruces en el piso. Ésa es la manera en que la vida fomenta nuestro crecimiento. La única manera de vencer el miedo es enfrentarlo.

Cuando nos duele el cuerpo, el cuerpo nos recuerda que debemos descansar, cambiar de zapatos o buscar otra forma de hacer las cosas. Cuando nos duele la mente, el dolor nos recuerda que debemos dejar de preocuparnos, ser más compasivos o cambiar nuestra forma de pensar. El dolor no es el enemigo. ¡Es nuestro aliado!

El universo llama nuestra atención con ligeros codazos. Si los pasamos por alto, entonces utilizará un martillo. El crecimiento es más doloroso cuando nos resistimos a crecer.

Amar a las personas significa darles la libertad de ser quienes decidan ser y de estar donde decidan estar. Amar es permitir a las personas formar parte de tu vida si así lo desean.

Actúa como si cada acontecimiento tuviera un propósito, y tu vida tendrá un propósito. Descubre por qué necesitabas salir venturoso de ciertas experiencias, y no las necesitarás otra vez. En última instancia, sólo puedes confiar en tu guía interior. Dicho de otro modo, obedece a tu corazón."

ANDREW MATTHEWS
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Levemente3/6/09 11:21 p. m.
Sangon... ahora creo que estoy pelín endemonia' para leer tus regalitos y contestar.

Mejor mañana, claro que si la almohada finalmente me inclina por la maliciosa maldad...

Buenas noches y gracias.
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Levemente4/6/09 11:11 p. m.
Sangon... no quiero cambiar mis sentimientos. No deseo “mutilarme” emocionalmente. Pretendo, si acaso, llevar las riendas de ese caballo que es mi mente, por si se desboca, pero le permito cierta independencia porque el control absoluto es imposible, al menos en una común mortal como yo, y tampoco lo quiero. Si bien entiendo que estar al mando es la única manera de aligerar equipaje. O para ser exacta, de no aumentar el que llevamos de por sí. El dolor forma parte de la vida, lo asumo. Si bien mucho dolor gratuito podría evitarse si viviéramos más conscientemente y no fuésemos tan egoístas. Lo más lamentable es que la mayor parte de las veces es ocasionado por la ignorancia, aunque a bote pronto se piense en maldad, pero no.

Distinto es el sufrimiento pues viene a significar instalarse en el dolor. Y a eso me niego, rotundamente. Acepto lo que toca, no con agrado porque si pudiera elegir obviamente lo eludiría. Pero soy valiente y planto cara a lo que corresponda. Con la cabeza siempre alta, sin mirar al suelo, aunque me haya tocado perder. ¿Perder?... A veces perder es ganar y en otras ocasiones, ganar supone perder. Y parece que, aunque “apriete”, lo acepto serenamente. Creerás que, “con la que está cayendo” en estos días a menudo me dice gente de mi entorno: ¡qué guapa estás! La meditación funciona, sí, sí, sí. Todo se experimenta desde una base de tranquilidad, de equilibrio... incluso la furia más furiosa. Y el trecho de camino recorrido y el modo en que se realizó el trayecto, también echan una mano.

No voy a dejar de criticar a los demás, cuando entienda que hay un comportamiento injusto. Porque a la primera que critico es a mí misma, intentando corregir lo que sea susceptible de mejora. Y soy la primera a quien perdono, para que me perdonen y para poder perdonar. Pero sí que aprendí algo: es preciso –y precioso- caminar con el espíritu ligero y la comprensión abierta para lidiar diariamente con la gente y con uno mismo... por aquello de nuestra escandalosa y perfecta imperfecta humanidad.

Gracias.
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Levemente4/6/09 11:33 p. m.
Fe de erratas. Lo que en realidad quise decir sobre la chiquita que iba en silla de ruedas... es que no puede mover las piernas, pero eso no impide que baile en su silla, o nade... con más dificultad que yo, ciertamente. Tenía que aclararlo y aclarado fue.

Y mi vida no es “vailosa” sino “valllllliosa”, que a veces el orden de los factores sí que altera el producto, ay, ay.
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Sangón5/6/09 1:00 a. m.
Estar vivos ya es una pasada,
valorar lo que realmente importa y minimizar lo que no, puede ayudar a ser feliz. Discernir no es una tarea fácil, pero dedicar nuestra energia a aprender es gratificante.
Nadie nos puede decir que es mejor para nuestra vida, creo que cada uno debemos experimentar en nuestros zapatos y hacer caso a nuestro corazón, hacer lo que realmente se siente, distinto para cada uno, no siempre fácil, a contracorriente a veces, pero convencidos de donde queremos llegar, y sino... buscar... volver a empezar de cero con máxima ilusión... y en los momentos dificiles, saber que todo forma parte del camino, de un apredizaje del que cada vez se pueden sacar cosas más positivas.

"No voy a cambiar", "me niego", "No voy a dejar de"... A veces, no es tan grave intentar lo inaudito, lo que no hariamos jamás, se exploran desiertos en nuestras vidas... se abre la mente a nuevas posibilidades muchas veces negadas... sino funciona siempre se puede volver a rectificar...
Y esto, lo digo sólo como una forma de compartir opinión sobre estos aspectos de la vida... por alguna extraña razón al dar se reciben inesperadamente cosas positivas.

Que seas feliz.
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Levemente5/6/09 11:51 p. m.
Y tan pasada... como dice la tonada: “Enamoraos de la vida, aunque a veces duela...”.

Aprovechando la coyuntura de tu ánimo para lanzarse a lo inaudito, apunto que mis “no” ya parten de una experiencia preliminar. Y fíjate que me atrevo a decir que un auténtico “SI” precisa muchos “NO” previos. Bueno, no me hagas mucho caso... a esta hora y después de llevar ya un buen rato frente al ordenador la neurona no debe regir mucho.

Como decía Morgan Freeman en “El juego del amor”: “Lo inesperado siempre nos acecha y de todos los regalos expuestos ante mí, ese pensamiento en este momento de mi vida es el más precioso. Y así, volvemos a empezar...”. Cualquier día “proyecto” esta peli en la Filmoteca “La luciérnaga”. Sí, sí, sí... vale la pena... y la alegría.

Que también tú estés llenito de bien-estar/alegría o felicidad, si se prefiere así.
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