domingo, 7 de junio de 2009

Un EL y una ELLA cercanos

Cuando conducía el viernes hacia el trabajo recordé a Rosario y Francisco Javier. Llevábamos unos meses sin vernos y pensé en llamarles para quedar. Pero hete aquí que al parecer la telepatía existe ya que por la tarde recibí un mensaje en el que me invitaban a cenar el sábado, es decir anoche. Rosario y Francisco Javier son unos queridos amigos con los que he pateado montaña, he viajado, he practicado deporte, he asistido a conciertos, he salido nocturnamente, pero sobre todo he ido a su casa a cenar. Son excelentes anfitriones que gustan de organizar reuniones y deleitarnos con nuevas recetas, buenos vinos... Ambos son estupendos cocineros y disfrutan compartiendo con su gente; y nosotros con ellos.
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Siempre les digo que su casa debería aparecer en alguna revista de decoración pues la tienen montada relinda. Consideran –sabiamente opino- que para que uno se sienta bien en el lugar en que habita... para crear un hogar, este ha de cambiar a medida que uno lo hace; partiendo naturalmente de que su base decorativa sea afín a nuestra identidad. Claro está, no se trata de ir sustituyendo muebles todos los días –entre otras razones porque no hay economía media que lo soporte- pero... igual un cojín aquí, o una cortina allá... para lo que no es preciso gastarse una fortuna, renueva el propio espacio. Ayer mismo lo volví a comprobar pues recientemente han remodelado un sector de la vivienda, aunque en esta ocasión se metieron en obra que, afortunadamente, no ha sido una odisea. Sí molesta, pero no épica (ni eterna)... como suele ocurrir.

Llevan juntos 24 años de casados y 3 de noviazgo. Se conocieron recién llegados a la facultad. Francisco Javier dice que, aunque le costó lo suyo porque tenía un rival muy potente ¡y más guapo!, “tacita a tacita” ganó y se llevó a la bella como premio, lo cual demuestra que el que la sigue... la consigue. Ella es pura víscera. El todo razón. Ella vota a la derecha. El a la izquierda. Ella monárquica (Juan Carlista en realidad). El republicano. Ella religiosa no por devoción, pero sí por tradición. El NO, mayúsculamente, en ese aspecto. Ella se quiere volver a casar por la Iglesia, para celebrar las bodas de plata. El dice que no más, Santo Tomás, que bastante ya le demostró pasando por la vicaría una vez.

Son... muy diferentes y sin embargo tan, tan complementarios... Encajan. Se quieren. De verdad de la verdadera. Están, aún, enamorados. Mucho. Y da gusto verles. Discuten... ¡un montón!, pero no seriamente sino que cada uno defiende su criterio con pasión. ¡Como debe ser! Negocian lo que han de negociar. Crecen juntos y con quienes les rodean. Son emocionalmente maduros, por eso saben... pueden amarse. Y pueden hacerlo... porque se siguen eligiendo libremente a cada minuto de existencia. No obstante, y aunque desean que les dure toda la vida, no se aferran a un futuro que no ha llegado pues cuentan con que todo puede suceder, incluso lo indeseable. Con generosidad, desde la coherencia, viven su presente... anhelando ese porvenir en unión sí, pero no anticipándolo ni dando nada por seguro. Son, en resumidas cuentas, gente de buenos principios, a nivel de pareja y a título individual.

Me río cuando les veo-escucho en sus “peleillas”, como anoche sin ir más lejos. Se dan... “caña” podría decirse, pero cariñosamente. Me contaban que por la tarde la habían tenido porque no se ponían de acuerdo en la manera de confitar la naranja. Y como cada uno defiende lo suyo pues... Dado que están comprometidos verdaderamente como compañeros de ruta hacen la mayor parte de vida en común, pero ninguno renuncia a su personal espacio en que cada cual realiza otras cosas (básicamente una actividad deportiva... él tenis, ella aeróbic, step, body no se qué, body no se cuanto...) y comparte “momentos post” (cañitas, cafés y similares) con los amigos que nacen en la práctica de esas aficiones, cuya amistad en ocasiones -como es mi caso- se acaba extendiendo a la otra parte.

Y se cuidan mutuamente. No han tenido hijos lo que posiblemente les haya facilitado entregar al otro todo el amor que deberían repartir de haber sido padres. En alguna de esas discusiones dialécticas que he presenciado, a continuación siempre tienen algún gesto cómplice bien en forma de caricia, o de beso, o de guiño... en el que se reconoce su cercanía sentimental, aunque intelectualmente estén alejados en ese punto concreto. Igualmente, cuando “no discuten” se comunican de esa manera. Me gusta sobre todo las miradas que se cruzan. No hace falta que se hablen porque se dicen lo que desean sin articular palabra. ¡Que bonitoooooooooo!, o... ¡qué bonicoooosssssss! Tal como les referí ayer han sido muy afortunados al encontrarse, pero también merecen los frutos que recogen porque han trabajado su relación. Y continúan haciéndolo. Son conscientes del privilegio de haberse topado con... el "lugar humano" (o "común") a que toda, o casi toda persona aspira.

Anoche les confesé que, si bien tengo la fortuna de conocer a varias parejas de las de “verdad de la verdadera”, ellos han sido –y son- mi referente por excelencia. Que no pocas veces les he mencionado cuando en otros círculos ha salido el tema del amor, parejas... y me he topado con algún escéptico. Siempre defiendo que el amor en realidad es una energía interior. Que distinto es el modo de compartirla y diferente que sea correspondido o no. Y que... si el ser humano es capaz de amar “siempre” a un hijo... ¿por qué no a una pareja? Si... “no se puede” es que no hay amor... ya; lo cual no significa que no lo hubiera en el pasado. Aunque opino que no pocas veces se confunden otras emociones, sentires y necesidades con el amor. Su “1+1 = nosotros” para mí es una prueba fehaciente de que existe la manifestación del amor en la que creo, así que la pongo sobre el mantel si se tercia, defendiéndola a capa y espada. O, reiterando un poco... son dos naranjas completas que al juntar sus zumos dan un resultado que, paradójicamente, es la leche. Porque en realidad, son dos...


Francisco Javier es un hombre culto y gran conversador. Prácticamente sabe de todo, pero no se las da de nada. Y claro, mi confesión dio pie a que la charla derivase por el terreno. En su exposición sobre el asunto dijo que esta era la época de la inmediatez. Que todo tiene que ser conseguido en el instante, sin valoración alguna del “esfuerzo” (algo que comprueba doblemente pues se dedica profesionalmente a la enseñanza). Añadió que las relaciones, particularmente las de pareja, dan trabajo. Pero ha de ser un trabajo que se realice con agrado. Si no se hace por propia voluntad... algo va mal, y si no se puede subsanar hay que ser consecuentes y tomar otro camino.

Ahora bien, no a las primeras de cambio. Recordando a una pareja que conocen y que recién se separó planteaba unas preguntas-respuesta: “Salvo que sea una evidencia de fracaso irreparable... ¿qué sentido tiene montar toda la parafernalia de componer una pareja, más aún si decides seguir la tradición, para no estar ni tres meses juntos y no lucharla ni un poco siquiera?... ¿Se nos ha olvidado el término “adaptación”?... ¿Que a convivir se aprende y es fundamental ceder en algunos momentos y llevar a la práctica el hoy por ti y mañana por mí?”. Volvió a mencionar que vivimos en la cultura de la ley del mínimo esfuerzo y que ahí es donde ve la base del problema. “Todo te lo traen a casa, todo te lo dan hecho... y eso nos convierte en vagos”. A lo que añadí: “También en “desmemoriados” que cuando queramos hacer... no sabremos cómo”.

¡Vaya, pero si pensamos igualiiiiito-igualiiiiito!... en este particular.

Siguió apuntando que no es ya que vivamos en un tiempo en que valores como la honradez, la honestidad, el respeto... brillan por su ausencia, sino que aquellos que se atreven a incorporarlos a su cotidianeidad, son poco menos que considerados bichos raros o hasta... tontos caducos. Intrépidos si acaso... por quienes tengan dos dedos de frente o por románticos nostálgicos.

Concluimos que estos son malos tiempos para la lírica, lo cual no deja de ser un golpe bajo...

Otro tema estrella de la charla fue la política. Rosario votaba hoy. Por el contrario, Francisco Javier y yo hemos decidido no hacerlo. Básicamente porque ambos estamos muy, muy desencantados de la clase política. Personalmente... tanto unos como otros me parecen niños de patio de colegio. ¡Comportarse como lo hacen con la que está cayendo!... a veces siento hasta vergüenza ajena de escucharles. Y ni siquiera ha pesado que es mi deber-derecho como ciudadana y si no voto, luego no tengo autoridad moral para abrir el pico y despotricar. Sin embargo lo tengo porque si la ley electoral fuera otra y “mi voto en blanco” se considerase... pero como realmente se ignora, pues como dice el latiguillo de unos humoristas: “Si hay que ir se va. Pero ir pa’ na’...”. Eso... o que no me siento europea.

Gracias-gracias por una noche tan encantadora. Por supuesto, como suele ser habitual, todo estaba rico, rico, riiiiiiiiiiiicooooo. Y encima he vuelto a casa con una botellita de vino... ¡ay, ay qué bien me tratan!

Acabo diciendo que lo que Rosario y Francisco Javier tienen no es lo usual. Pero ellos existen y son... juntos. Con eso basta... y es suficiente para mantener mi fe.

El cumpleaños - Marc Chagall

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13 comentarios:

  1. Interesante tu perspectiva desde fuera. Podría decir incluso ¡que bonito!y quedarme ahí, pero no puedo evitar apuntar alguna discrepancia, (me pasa por ser "bicho raro" no se si en el sentido que tu dices, pero bicho raro sin remedio... en eso se nace, no se hace). Bueno, veo distinto eso de que "se han trabajado la relación", si el "amor es una energía interior" creo que es imposible que la relaciones de pareja "den trabajo" o "se trabajen", por que si dan trabajo, creo que es otra cosa lo que se vive y que se confunde con el amor, como tu bien dices en algunos de tus pensamientos(no me refiero al caso de tus amigos, hablo de forma generalista). Yo pensaba que el amor en pareja era más común, pero aunque muchas veces digo no puede ser, veo que hay personas que estan juntos por inercia, agradecimiento, necesidad de compañia, tradición, coincidencia de aficiones... y muchas más cosas... ¡y le llaman amor!, creo humildemente que no, no es amor, aunque estoy esperando que un dia alguien me convezca de lo contrario.
    ¿Has visto brillar los ojos de alguien ante la persona/s que ama/n? ¿vivir por la persona/s amada/s?
    Cuando se habla de pareja, se suele decir que el amor se acaba. ¿Te imaginas a un padre con su hijo, decirle ya no te amo por que hemos tenido problemas de convivencia o como ya nos conocemos de hace 20 años, pues mira voy a cambiar de hijo? Ya, la pareja la puedes elegir, pero amar, creo, no se elige, surge del interior y está ahí aunque mires para otro lado... pero te aseguro que si amas no miras para otro lado, te dejas llevar hasta que va invadiendo cada vez más tu vida. Bueno, esto es sólo mi forma de verlo... una más.

    Otro tema, la política y lo que dices "... luego no tengo autoridad moral para abrir el pico..." Yo opino que como nos hacen creer que la democracia como sistema político es incustionable, pues claro si no aceptas las normas impuestas(que nos dicen que como no hay nada mejor pues que vamos a hacer), que es que votes y luego alguien haga lo que le de la gana 4 años, pues claro que luego no te quejes, hasta nosotros mismos lo decimos como corderitos bien aleccionados. Evidentemente la democracia es mejorable, nadie plantea su evolución (que tal para empezar una democracia al estilo suizo), ¿será que no interesa?. Mucha gente se da cuenta que las cosas no acaban de funcionar, de vez en cuando alguien se queja de forma aislada, pero mientras la gran masa no se ocupe de pensar sino de superficialidades metidas en vena por la tv, la educación, etc. no hay peligro de cambiar. Si alguien piensa distinto se utiliza toda la maquinaria para desacreditarle como mínimo, con nombres generalistas en los que cabe cualquiera, con razón o no: antiglobalización, antisistema, anti...

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  2. Por lo visto ejercen

    un gran respeto de libertad.

    Mi pareja y yo,somos

    según el psiquiatra que le

    sigue desde que está tan

    malo:Eros y Tanatos,

    pero yo he pasado mi vida

    a exponerle mil razones

    y él se ha convertido

    en algunas convicciones.

    También él me ha convencido

    y ambos compartimos

    muchas estaciones....

    besos

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  3. entiendo el amor así, tal cual, una decisión, y un trabajo...
    trabajar para que nuestro ego no lo rompa todo... trabajar para que el del otro no lo rompa igual... trabajar para encontrar ese punto en que uno y otro son lo mismo aún siendo tan diferentes...
    no el amor que engancha, no en el amor "necesidad", ni en el amor "apego" que dura lo que dura tanto uno como otro... que no va más allá,,, que no baja a otros niveles...
    me alegra comprobar que hay parejas así... que hay personas así...
    un saludo

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  4. Sangon... En primer lugar bienvenido al club de los “bichos raros”, que fíjate yo me siento de lo más “normal”, pero la gente está emperraíta en endosarme el San Benito de “especial”, lo que creo en realidad es una manera de disfrazar el calificativo “rara”.

    Pues nos va a pasar como a Rosario y Francisco Javier, aunque claro eludiendo el hecho de que ellos forman un par. Me refiero a que tú defiendes tu postura, yo la mía... ¡como debe ser! (otra vez). A ver... insisto en que el amor da trabajo. O rectifico: da trabajo la manera de manifestarlo, su expresión. Una de las acepciones de “trabajo”, según la R.A.E., es: “Obra, resultado de la actividad humana”. ¿Qué es “trabajar”? “Intentar conseguir algo, generalmente con esfuerzo”... “Ocuparse en cualquier actividad física o intelectual”, también dice la academia en algunas de sus posibilidades semánticas. Claro que igual te pasa igual como a mí, que tienes tu personal R.A.S, o sea: Real Academia de Sangon... y te inventas palabros según necesidad o deseo. Pues sería estupendo. Creo que voy a dejar aquí este punto lanzando una pregunta: ¿Te imaginas cómo acabaría un hermoso jardín que no recibe cuidados?

    “¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?” es el título de una divertida comedia española. Me viene al pelo para referir que, efectivamente, lo que generalmente hoy día se pretende reconocer como “amor” son una serie de “reemplazos”, ya sea ansia de cualquier compañía, compartir aficiones, temor a la soledad, inercia, etc. No creo que la mayoría de los mortales estemos preparados para amar. Lo del “amor incondicional” es una falacia si no siempre, casi siempre. Nuestro ego nos exige –a unos más que a otros- retribución por lo que damos. ¡A mí la primera! Incluso cada vez más pues, con plena consciencia, no quiero amar sin recibir a cambio, y esto creo que tiene que ver con la “autoestima”. O matizo: no quiero tener una relación motivada por amor, como energía cinética, en la que sólo yo dé. La época de “amar es dar sin medida” a mí se me pasó... afortunadamente. Y esto lo extiendo al ámbito familiar, amistoso... no ciñéndome en exclusiva a la pareja. Eso sí, como quiera que aspiro al mayor equilibrio posible desearía también entregar, porque mi naturaleza es dadora. Creo que fue Antonio Gala quien dijo: “Hay quienes nacen para amar y quienes nacen para ser amados”. Tal vez haya algo de cierto en eso. O un mucho.

    ¿Has visto brillar los ojos de alguien ante la persona/s que ama/n? ¿Vivir por la persona/s amada/s?, preguntas. Sí, lo he visto. Sin ir más lejos en Rosario y Francisco Javier. Lo cual no quiere decir que si, por una u otra razón, su amor dejase de ser... su vida perdería el sentido. Quizás durante un tiempo... pero acabarían recobrándolo.

    También lo vi en una escena de la que hablé y como creo recordar que por entonces no te asomabas a este lugar, dejo el enlace por si te apetece leerlo ( http://leves-maravillas.blogspot.com/2008/08/ella-y-el.html ). En él se encuentra “más de lo mismo” sobre mi visión de la necesidad de trabajar el amor porque para mí, su detonante, su aparición es espontánea... un misterio, pero sí me parece que una vez reconocido el sentir es una elección diaria... un acto de voluntad el decidir llevarlo a la... terrenalidad en todos los aspectos que conlleva. Y a propósito, me viene a la mente una escena concreta de una película... casi mejor hablo mañana de ella en una entrada. O más que hablar la muestro pues es muy ilustrativa.

    (suma y sigue)

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  5. Más para Sangon... Hay una mezquindad fruto de nuestra inmadurez como especie y que se refleja en que el/la “nene-a” no consigue lo que quiere de fulanito-a. Entonces patalea, llora, e intenta fastidiarle –cuando no matarle directamente- porque no le ha dado lo que deseaba, ya que es su obligación ¡hacerme feliz!... ¡manda...! Esto no suele darse en el amor “padre-madre-hijos”, al menos de una manera expresa. Anthony de Mello cuenta en uno de sus libros que dos jóvenes mamás paseaban a sus pequeños cuando se encontraron:
    - Y dime... ¿qué quieres que tu hijo sea de mayor?, preguntó una.
    - Me gustaría que estudiase medicina... ¡o derecho! Y a ti, ¿que te gustaría que fuera tu hijo?
    - Yo quisiera... que fuera escandalosamente feliz.

    Bueno, la he contado de memoria, igual las profesiones eran otras, je, pero pretendo decir que tampoco siempre los padres son tan incondicionales para con sus hijos, sino que predestinan sus vidas, interfieren no ya en su libertad para “hacer” sino para “ser”. Y es que hay carnet para conducir, para manipular alimentos, para identificarnos legalmente, para ir al gimnasio... sin embargo padre-madre puede ser ¿cualquiera? Pero sí, lo cierto es que, en general, es la manifestación de amor más pura que abunda en el género humano. Bla, bla, bla me estoy enrollando mucho, sí, sí, sí... pero todavía queda un poquito. Paciencia.

    Firme en según qué aspectos mientras no me demuestren un posible error, sigo defendiendo -y lo haré creo que hasta que fenezca- lo que ya he dicho. ¿Por qué no va a poder durar toda la vida el amor en una pareja si la energía es la misma... y lo único que cambia es el destino, la forma de manifestarse? Creo que el amor –cuando lo es- no acaba cuando finaliza la relación en la que se desarrollaba. Los que se acaban son los “sucedáneos”.

    Sobre política... sé poco en realidad. Y menos que pienso saber. En mi caso, el aleccionamiento que apuntas no creo que llegue de quien intente imponer unas normas generales, sino de mucho más atrás. No olvido a aquellas parisinas que pedían “libertad, igualdad y fraternidad” en la revolución francesa, marchando a Versalles para exigir el sufragio femenino. Ni tampoco aquellas otras que murieron calcinadas en una fábrica textil, si bien sus reivindicaciones eran sobre todo laborales. Yo, mujer, hoy en cada cita electoral puedo hacer lo que ellas no tuvieron oportunidad. Y tienen mucho que ver en que yo goce de ese privilegio. ¿Qué sería de mí de encontrarme en... Afganistán, por ejemplo?

    Y qué decir de los que murieron en la guerra civil... Dieron su vida por la libertad. Por la suya y por los que aún estábamos por nacer. Para que tuviésemos derecho a elegir, aunque eligiésemos mal, y evitarnos dictaduras de tiranos (al menos expresas porque tácitas... haberlas haylas). Eso, aunque sólo sea a modo de gratitud, a mí me genera una obligación como ciudadana... y una deuda moral como persona. Por eso votar, para mí, también es un deber.

    Claro está... también todo lo dicho conforma mis opiniones, que no tienen que coincidir con las del resto, ni por qué ser las certeras. Aunque no podemos negar que hay verdades que son universales.

    Y... como quiera que Leve no es anti-discrepancia, adelante... discrepe, discrepe.

    Pd. ¿Me cuentas por qué eres “bicho raro”?

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  6. Para ti Mia no tengo palabras pues posiblemente resultaran más ruido que otra cosa. Tengo, para esa ELLA que eres, y para tu EL, y para el “VOSOTROS” que formáis los mejores deseos en vuestras estaciones, en todos los terrenos posibles.

    Y un abrazo, de esos en los que las almas bailan suavemente.

    Gracias por asomarte, gracias por tu sentir.

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  7. Anónimo... entiendes el amor (y sus “alrededores”) como creo se debe entender. Claro que... ¿qué otra cosa podría decir?

    Me alegra que te alegre comprobar que hay parejas así, personas así. ¡Claro que haberlas haylas!... lo difícil es encontrarlas... encontrarse. Pero como suelo repetir –hasta casi la saciedad-... “lo posible pregunta a lo imposible: ¿Dónde vives tú? En los sueños de los que creen, dice una respuesta”.

    Mencionas una expresión fundamental en el asunto que, como tal, a mí se me pasó: “apego”. Gracias por “aumentar” contenidos con tus líneas y también por tu visita.

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  8. Cuando das, recibes siempre a cambio, a lo mejor no lo que esperas, pero hay que saber apreciar lo que llega. Si amas y no eres correspondido, mientras, has buscado dentro de ti lo mejor para dar a la persona amada, has sacado lo mejor de ti, incluso se conocen cosas nuevas de uno mismo, se ponen a prueba o se cuestionan otras... ¿se aprende a amar?...¿a saber por que y por quién late tu corazón? Muchas personas se preguntan como conocerse a uno mismo... no se si esa sería una forma...
    Claro está, que así puedes obtener unos beneficios pero sigues sin el amor de tu vida, o al menos el amor de tu vida tal como nos lo explican, a ver si es que la realidad y lo que tenemos idealizado es distinta, ¿no se, podría ser no?
    Bueno, opiniones puede haber miles, lo importante es aplicar aquello que nos hace feliz a cada uno, y las visiones de los demás enriquecen, hasta lo más contrario creo que se debe tener en cuenta, guardarlo, nunca se sabe si alguna vez puede hacer falta...
    De aquí...seguro guardaré alguna...

    De todas formas, creo que existe un amor que nunca muere, que perdura más allá del tiempo...



    A mi la política tampoco me interesa mucho, sino es, para mejorar cosas como las se han conseguido históricamente y de las que mencionas algunos ejemplos. Sólo decir, que esas personas consiguieron algo en su momento porque no se conformaron con lo que tenian, siempre se puede mejorar, en Afganistan más pero aquí también...

    ¿Bicho raro? son cosas que te dicen... supongo que por no entrar dentro de los estereotipos en muchas cosas. Pero creo que es inevitable, aunque busques ser normal a la hora de expresar tus opiniones, lo que sería mucho más sencillo, sin darte cuenta, cuando menos te lo esperas estas diciendo cosas "raras"(te lo hacen saber los demás) incluso sobre los temas o situaciones que creias más banales...

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  9. Sangon... sí que se aprende amar. Porque “nos vamos aprendiendo”, “vamos aprendiendo al resto” y “los demás nos van aprendiendo”. Y no sólo amar, sino a tantas y tantas cosas...

    Esta mañana tuve una conversación con mi amiga-jefa Julia. Casi era una necesidad charlar con ella pues últimamente nos vemos poco y apenas compartimos. Se podría decir que la añoro ya que durante años hemos estado en el mismo despacho y claro... hemos conversado tela marinera. Echo de menos esos raticos sí, pero fui la primera que le dijo cuando me desplazaron arriba: “bueno amiga... esto es el fin de un ciclo y el inicio de otra etapa. No estaremos tan cerca, pero... ¿y lo que nos hemos llevado y aprendido? ¡Que nos quiten lo bailao’!”.

    Para intentar ser lo más objetiva posible, le he preguntado por qué ella me considera “bicho raro”, que también. Va y suelta: “Tu mensaje es muy profundo”. “¿Mandeeee?”. Ha continuado: “Tienes mucha sensibilidad a la par que fortaleza. Le echas un par de huevos a la vida (finalmente no la he rectificado pues cuando iba a abrir la boca para matizar sobre mi género se ha dado cuenta, je. Me conoce y sabe que no se lo hubiera pasado. Es una manía que tengo, defender mis “gónadas” frente a algunas frases hechas), perdón, ovarios”. “Ya... pero eso de mensaje profundo qué significa, porque que yo sepa no voy predicando doctrinas por ahí”. “La mayoría de la gente se asoma de vez en cuando al “ser”, pero tú vives siempre en él y así lo manifiesta tu simple estar. No hace falta que hables de filosofía, se te nota. Ahora por ejemplo tu mirada se ve dolorida, pero no derrotada. Pese a las cosas que te están ocurriendo, transmites templanza, serenidad. No te andas con tonterías y cuando tienes que darte caña lo haces, al igual que reconoces lo que no es susceptible de mala crítica. En ti y en el resto. Te conoces muy bien y no temes estar a solas contigo. No buscas evadirte de ti misma sino encontrarte, con tus luces y sombras. Y eso nos asusta a la mayoría... porque nos enfrenta a aspectos de los que queremos huir, si no todo el tiempo sí la mayor parte. Sin embargo tú plantas cara a tus miedos y carencias cogiéndolos por los cuernos. Y empatizas demasiado, lo que no es normal... ni recomendable”.

    Ahí es nada. Jo, al final va a resultar que parezco una especie de Hare-Krishna pero con melena y sin manto naranja. Aunque conste que visto mucho de ese color... ¡que me encanta! Incluso predomina en mi habitación... que si la colcha, que si un mueble que pinté mitad naranja, mitad púrpura, que si la lámpara, que si una mariposilla que cuelga de ella... Y bueno... a tenor de la coincidencia entre esta opinión y algunas más similares o clónicas, básicamente por lo expuesto se me considera un “bicho raro”. Eso explicaría por qué a veces sin razón aparente alguien se pone a la defensiva conmigo. ¡Vaya, vaya con la levedad de densa... ejem, la densidad de leve!

    (Suma y sigue)

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  10. Aunque antaño me hubiera lanzado literalmente a hacer puenting, a estas alturas sería raro que lo hiciese, pero sí es cierto que emocionalmente soy valiente. Mucho. Aunque no sabía que se apreciase tanto desde fuera. Y es que últimamente varias personas me han hecho comentarios del tipo: “tu mensaje es muy profundo... y acojona”. Pues sí que... apañá’ voy.

    Lo curioso es que si bien “me he trabajado” conscientemente, no tengo la sensación de que sea mérito propio. Creo que la vida me ha situado donde estoy. No elegí sino la forma de llegar pero no el lugar. Podría hacer un símil y decir que se nos dan unas cartas al nacer, se nos siguen repartiendo de la maza a medida que transcurre el tiempo, y somos nosotros quienes decidimos las jugadas que hacemos. Opino que mi lucidez es la verdadera responsable de estar en el punto en que me encuentro. Ella es mi don y yugo por excelencia, sí, sí, sí y me late que vino como regalo de bienvenida-llegada al planeta.

    Tienes razón, Sangon, ya no sólo amando sino viviendo... aprendemos sin querer queriendo, y no siempre en las facetas que desearíamos, ni obteniendo lo anhelado. ¿Idealizado el amor? Cuento con que, de entrada, el amor de mi vida sería el que comparta la mayor parte –en años- de ella, coincidiendo fundamentalmente en los últimos. También con que la otra parte será tan escandalosamente humana, y por ende imperfecta, como yo. Y me viene a la mente el poema de Dulce Mª Loynaz que lo expresa bastante bien:

    “Si me quieres, quiéreme entera,
    no por zonas de luz y sombra...
    Si me quieres, quiéreme negra
    y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
    y morena...
    Quiéreme día,
    quiéreme noche...
    ¡Y madrugada en la ventana abierta!
    Si me quieres, no me recortes:
    ¡Quiéreme toda... o no me quieras!”.

    Pero –y esto en mi caso es irrenunciable- sí crecer conjuntamente. Si esto es un amor idealizado entonces sí... idealízolo.

    Como apunte final añadir que efectivamente en todo lugar se pueden hacer cosas por mejorar. Están muy bien las “grandes empresas” por ejemplo los problemas de inmigración, el sida en Africa, la hambruna, etc. Pero tengo la certeza de que otro gallo cantaría globalmente si cada cual contribuyese a diario en su mundo más inmediato, en su entorno. Y no digo ya mejorando... sino con NO ir jorobando... ya es mucho, muchíííííísimo.

    ¡Bueno, bueno, otro cartapacio me salió! Es lo que tiene... si me tiran de la lengua. Digo de los dedos.

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  11. Me ha hecho gracia eso que dices... "parezco una especie de Hare-Krishna" tienes mucha razón en lo de que "se ponen a la defensiva"... al final, parece que en el mundo siempre hay que clasificar las cosas... "bicho raro", "estas filosofando" o eres budista, marxista, ...ista, si no quedas englobado bajo alguna denominación parece que no hay tranquilidad. Creo que puede ser engañoso dejarse llevar por lo que opinen los demás, se debe escuchar, pero somos lo que somos en cada momento, y conocernos es vital para saber discernir cuando en ocasiones te rodea la confusión... ya sea producida por el halago, la crítica, el estereotipo, etc. A veces tendenciosos o interesados.




    “Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición. Ellos ya saben de algún modo en qué quieres convertirte realmente. Todo lo demás es secundario.”

    Steve Jobs

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  12. Desde luego que hay amigos que son esenciales porque hablan de corazón a corazón, y en ocasiones nos abren los ojos en cosas, a veces sin darse cuenta, y al revés, en otras ocasiones nosotros se los abrimos a ellos, seguramente fruto del intercambio de energía... amorosa.

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  13. "No hay placer comparable al de encontrar un viejo amigo, excepto el de lograr uno nuevo".

    (Rudyard Kipling)

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